Golpe policial contra las bandas latinas del sur de la capital con 33 detenidos

Arrestados 11 Dominicans dont play integrantes de un grupo de Villaverde, por la brutal agresión a un menor de edad ocurrida a principios de mes

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La operación policial se ha llevado por delante a las células de barrio de los Domincans Dont Play, viejos conocidos de los agentes de la brigada provincial de Información y las Blood, sangre en inglés, una banda surgida en Estados Unidos y que agrupa a latinos de todas las nacionalidades.

De hecho en esta operación se han detenido a españoles que se habían integrado en la célula de San Blas. Su presunto responsable Robert Joe León Armijos, tiene nacionalidad ecuatoriana y dirigía las actividades del grupo en ese barrio.

En total se han detenido a 33 personas, de las que 30 ya están en libertad con cargos acusados de un presunto delito de asociación ilícita. Los 3 restantes son Dominican Dont Play que presuntamente agredieron con arma blanca a un joven de 14 años en Villaverde a principios de este mes. Han sido acusados de tentativa de homicidio y permanecen en prisión. Entre los detenidos hay 7 menores: el objetivo de las bandas latinas.

La primera investigación comenzó hace varios meses. Tras numerosas gestiones, los investigadores detectaron que la banda latina Blood, de origen norteamericano y con escaso protagonismo y casi nula presencia hasta el momento, había adquirido cierta notoriedad en los últimos meses.

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Los investigadores también constataron que presentaba los rasgos característicos de toda banda latina organizada: estructura piramidal, reparto de roles, jerarquía férrea, castigos por incumplimiento de normas, literatura propia, rituales de ingreso, pago de cuotas semanales, pruebas de valor y el color rojo como signo externo de la banda.

La segunda operación se inició el pasado día 08 de febrero. Sobre las 22:00 horas, y en las inmediaciones de unas canchas deportivas situadas en la calle Villalonso de la capital, un menor de edad era brutalmente agredido por un numeroso grupo de jóvenes de origen latino. La víctima sufrió lesiones de extrema gravedad en ambas piernas y en un brazo que le dejarán secuelas de por vida.

Gestiones posteriores permitieron a los agentes identificar al resto de los agresores, que fueron arrestados en los días posteriores.