Queda descartado el párking soterrado en Sabino Arana

El último pleno antes de las vacaciones de verano estuvo marcado por la ausencia del alcalde, por tercer mes consecutivo. La falta de Azkuna obligó al equipo de gobierno a retirar del orden del día la modificación del PGOU para alejar los centros de culto de las viviendas por falta de quórum especial

Tras la reordenación de Abandoibarra, es el turno de San Mamés. El próximo espacio de oportunidad de la Villa empieza a tomar forma. El concejal de Obras y Servicios ha comenzado los contactos con residentes, comerciantes y colegios de la zona para poner sobre el papel las necesidades que se crearán con la urbanización de viviendas en Garellano, la nueva estación de autobuses y sobre todo, con los 40.000 metros cuadrados que quedarán tras el derribo del viaducto de Sabino Arana. "Vamos a recuperar espacio para la vida social y cultural, es lo que están pidiéndonos los vecinos", anunciaba José Sabas.

Se han encargado informes para analizar las alternativas. Se dividirán en dos fases, una más inmediata que contempla soluciones al derribo de Sabino Arana y una segunda, y posterior, que definirá el mapa una vez construída la variante de Rekalde. A falta de conocer las conclusiones, el titular de Urbanismo dejó, durante el último pleno ordinarino antes del parón veraniego, una certeza: "el aparcamiento subterráneo es inviable". A preguntas del PP, que pedía, "después de habernos regocijado con el cierre del viaducto", empezar a dar soluciones, Ibon Areso desveló que los estudios realizados en el subsuelo se han detectado "enormísimos dados de hormigón" que hacen "económicamente inviable excavar eso". La Diputación definió un derribo a cota cero, explicó el concejal, lo que supondría "pagar 50 millones por plaza de aparcamiento". Eso sí, el gobierno local se comprometía a habilitar el mayor número de plazas posible.