Comienza el derribo de los antiguos accesos de Sabino Arana
Las empresas adjudicatarias colocarán una oficina de información para atender las dudas y quejas de los vecinos
La Diputada de Transportes y Obras Públicas, Itziar Garamendi, y el Concejal de Obras y Servicios, José Luís Sabas, aseguran que se evitará, en la medida de lo posible, que los vecinos y vecinas sufran molestias por ruido y polvo. Además, elementos no estructurales como farolas, señales o barandillas serán recicladas en futuras obras.
Las labores de derribo de la entrada a Sabino Arana han dado comienzo después de inaugurarse los nuevos accesos por San Mamés el pasado 17 de mayo. En primera instancia serán retirados los elementos no estructurales: paneles de señalización fija, farolas y protecciones. Estos trabajos se llevarán a cabo durante los primeros días. Una vez concluída esa labor, arrancarán las tareas de demolición propiamente dichos, en los dos extremos de los viaductos.
En declaraciones a los medios, la Diputada de Transportes y Obras Públicas, Itziar Garamendi, ha asegurado que "el derribo de los viaductos es un compromiso institucional cumplido" y ha pedido "paciencia" a las personas afectadas por estos trabajos que llevarán a cabo "con una utilización de medios de corte y desmontaje frente a los de demolición tradicional, lo que contribuirá a reducir las afecciones producidas por ruido y polvo".
La diputada ha explicado, además, que "durante los trabajos será necesario cortar el paso de vehículos y de peatones en algunas de las calles adyacentes, pero se habilitarán alternativas tanto para automovilistas como para peatones".
Esto cortes se producirán tanto por el día como por la noche, salvo en la calle Autonomía. Esta última vía resultará afectada en horario nocturno, para evitar afecciones en el funcionamiento del tranvía.
PUNTO DE INFORMACIÓN
Además, las empresas adjudicatarias instalarán casetas informativas en la intersección de la Avenida Sabino Arana con la Avenida del Ferrocarril, donde los vecinos y vecinas podrán conocer todos los detalles de un proceso de derribo que tendrá un coste de 2.8 millones de euros, dejará libre un espacio de 20.000 m2 y finalizará a principios de 2014.




