Cunde la incertidumbre entre los profesionales de los hospitales privatizados

El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty ha anunciado que el próximo lunes publicarán un calendario con los plazos para que los trabajadores de los seis hospitales que se van a privatizar sepan cómo y cuándo deberán decidir su futuro laboral.

A ellos nadie les ha dicho nada. "Es todo muy difuso, nadie de la empresa ha llegado aún al hospital para explicarnos nuestro futuro". "No tenemos ninguna información". "Ni siquiera la dirección del hospital nos ha comunicado que ya se ha adjudicado la gestión de nuestro hospital a una empresa privada". Estas son las quejas que se repiten en boca de los trabajadores de los hospitales de Vallecas, Arganda y Coslada, que acaban de ser adjudicados a Ribera Salud y Sanitas.

Tan sólo 24 horas después de que esa adjudicación se haya confirmado el desconocimiento entre los profesionales es total. Los trabajadores no saben qué va a pasar con sus puestos de trabajo de aquí a un mes. Al inicio del proceso les comunicaron que en el caso de los fijos - los que tienen plaza- tienen tres opciones: Dejar el contrato con la administración pública y depender directamente de la privada, la segunda, quedarse en el hospital dependiendo funcionalmente de la concesionaria pero cobrando del sistema público de salud, y la última opción es pedir el traslado a otros hospitales de la red.

"Creo que gran mayoría de los médicos van a pedir ese traslado, para nosotros el factor económico marcará nuestras decisiones clínicas. El ahorro primará sobre la atención al paciente", cuenta con preocupación Fátima, geriatra en el Hospital Infanta Leonor.

En el caso de los profesionales eventuales sólo tienen una salida, "la empresa nos mantendrá con las mismas condiciones laborales", es el caso de Emilio, trabaja en la UVI del Hospital del Sureste, pero el problema es que esa condiciones ya son precarias de por sí. "Nos están haciendo renovaciones de contrato cada vez más cortas , incluso de un sólo mes", según nos cuenta Almudena, uróloga en el Hospital del Henares.

Por eso, en mitad del desconocimiento más absoluto, los profesionales que se oponen a la privatización se agarran a una baza, la de la justicia. Todavía se espera la resolución de dos recursos en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, otro más en el Tribunal de Constitucional y otro por la vía penal en los Juzgados de Plaza de Castilla.