Se busca una explicación

En la delegación española ha dolido más el cómo que el propio resultado. Nadie contemplaba caer en la primera ronda ni que Madrid obtuviera menos votos que Estambul, el que era objetivamente el rival más débil. El COI rechaza el proyecto español y, aunque no servirá de nada, se busca una explicación a lo ocurrido.

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La corrupción, la situación económica, las (dos) preguntas sobre el dopaje, el proyecto... ¿Qué ha fallado otra vez para que Madrid no haya logrado sus juegos?

Objetivamente, bucear en busca de una explicación será siempre una pérdida de tiempo. Nadie sabe (ni sabrá nunca) cuánto peso han podido tener cada uno de estos elementos, si es que han influido en algún momento. Puede ser que el Comité Olímpico Internacional, no quiera unos juegos ajustados a un presupuesto austero (visto lo visto en el Hilton, la crisis no va con estos señores) ni unas instalaciones ya terminadas y poco les importa que nos hayamos presentado hasta en tres ocasiones. A esto último apelamos una y otra vez durante la brillante presentación de este sábado y ha sido una de las banderas de esta candidatura.

Los miembros españoles del COE tampoco le encuentran una explicación. Hay quien se ha dejado la piel viajando por medio mundo para arañar hasta el último voto. Una paliza que explica la cara que ayer se le quedó a Samaranch Jr. o a Marisol Casado. Aunque quien puso el dedo en toda la herida fue Theresa Zabell elevando la queja por la decepción hasta la humillación.

Se puede perder pero el problema en Buenos Aires es cómo se ha perdido. En primera ronda y frente a Estambul, sin duda, el rival más débil. El COI prefiere las maquetas a los proyectos ya consolidados. Una economía solvente (hay que reconocer que el proyecto de Tokio es brillante) frente a las dudas y la incertidumbre que parece generar en el mundo nuestro país.