La 'marea blanca' sigue viva
Miles de personas, entre facultativos y pacientes, se manifiestas por las calles de Madrid para volver a exigir la paralización del proceso privatizador en la sanidad madrileña
La manifestación, que confluyó en la Plaza de Cibeles para finalizar en la Puerta del Sol, sirvió para volver a pedir la salida del consejero Lasquetty del Ejecutivo regional y para criticar la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de aunar, en una única sala, todos los recursos contra el proceso.
La llama de la marea blanca está más viva que nunca. Miles de personas, llegadas desde varios puntos de la Comunidad, recorrieron este domingo las calles de Madrid para exigir que se paralice, de una vez por todas, el proceso de externalización sanitaria planteado desde el Ejecutivo que preside Ignacio González.
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Tres columnas de personas, entre facultativos y pacientes, confluían en la Plaza de Cibeles para continuar hasta la Puerta del Sol donde, a través de un comunicado, aprovecharon la ocasión para pedir una sanidad "pública y para todos", algo que según los manifestantes "es inviable" mientras el consejero Lasquetty se mantenga en su cargo.
El recorrido se convirtió en una mezcla de sensaciones, de sentimientos. Por un lado, sensaciones de optimismo, de ver "ya por fin" la luz al final del tunel. Confían en que la multitud de recursos admitidos por la justicia pueden acabar con la externalización.
Sin embargo, la indignación también estaba muy presente. La mayoría de ellos no entiende la decisión del Tribunal Superior de Madrid de agrupar, en una sala, todas las apelaciones contra el proceso privatizador. Temen que, finalmente, la justicia sucumba a los "intereses políticos".
El portavoz de una de las asociaciones convocantes, Patusalud, y médico del hospital Ramón y Cajal, Luis Fernández, ha comentado que van a continuar con las manifestaciones porque "hay mucho que hacer y mucho que parar", y ha agregado que los centros de salud están en "claro peligro de privatización".
La anterior marea blanca desfiló por el centro de la capital el pasado 22 de septiembre y, al igual que sucede hoy, también fue más numerosa que las anteriores animada por la suspensión cautelar del proceso de externalización de los hospitales madrileños que el TSJM había dictado once días antes de la protesta.
