El juez Martínez-Tristán no podrá decidir sobre la privatización sanitaria en Madrid

El nombramiento de Gerardo Martínez-Tristán como miembro de la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial le impide seguir ejerciendo como presidente de sala en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, por lo que no podrá decidir sobre los recursos que penden contra la privatización de la sanidad madrileña. La sala del TSJ presidida por el ahora vocal del Poder Judicial aunaba, por decisión suya, todos los recursos sobre este tema, decisión judicial que generó polémica al ser marido de una consejera de la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal.

La nueva composición de la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial tiene una primera consecuencia: el magistrado Gerardo Martínez-Tristán, marido de una consejera de María Dolores de Cospedal, no podrá seguir ejerciendo como juez y por tanto no tendrá ningún poder de decisión sobre los recursos interpuestos contra la privatización sanitaria en Madrid que se tramitan en la sala que hasta ahora presidía en el Tribunal Superior de Justicia de la capital. Es una incompatibilidad que se extiende al resto de nuevos miembros de la Comisión Permanente.

Su nuevo puesto en la Comisión Permanente del órgano de gobierno de los jueces exige dedicación exclusiva y por tanto es incompatible con seguir ejerciendo como juez en el Tribunal Superior de Justicia, en virtud de la Ley Orgánica del Poder Judicial. No pierde su condición de magistrado, pero mientras sea vocal del Poder Judicial no podrá presidir la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJM como hacía hasta ahora.

Decidió quedarse con los recursos contra la privatización de la sanidad madrileña

Una consecuencia que en el caso de Martínez-Tristán tiene especial relevancia, ya que no podrá seguir presidiendo la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJM y por tanto ya no tendrá poder de decisión sobre los recursos interpuestos contra la privatización de la sanidad madrileña. Fue el propio Martínez-Tristán quien decidió quedarse con todos estos recursos, actuación protestada por diversos sectores políticos y de la sanidad por ser marido de una consejera de la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal.