La nueva EMT absorbe la grúa municipal y los aparcamientos públicos
Botella presenta el Plan de Futuro de la compañía, que "garantiza el empleo"
La EMT y Madrid Movilidad se fusionarán a partir de 2014 para obtener nuevos ingresos, efectuar posibles enajenaciones de activos, "manteniendo los puestos de trabajo", según ha explicado este viernes la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. La propuesta de absorción se efectuará durante el primer semestre de 2014, con efectos contables desde el próximo 1 de enero.
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Una nueva EMT para hacer frente a la pérdida de viajeros y frenar la caída de ingresos. La crisis económica ha obligado al equipo de Ana Botella a 'reinventar' la Empresa Municipal de Transportes. Una empresa pública más grande y más fuerte, que amplía sus competencias y atribuciones para garantizar su propia supervivencia con nuevas líneas de negocio.
La actividad principal será el transporte de viajeros, sin renunciar a la venta de activos inmobiliarios o incluso la gestión publicitaria de las marquesinas, además de reducir los costes de explotación. Una empresa que, según Ana Botella, será sostenible económicamente para garantizar el mantenimiento del empleo. 8.200 trabajadores en la EMT y más de 400 en Madrid Movilidad. "Una empresa pública sostenible económicamente, que garantice el mantenimiento del empleo y consolide la posición liderazgo en el ámbito nacional e internacional", remarcaba la alcaldesa de Madrid.
Cuando el proceso haya concluido, la EMT no sólo se ocupará de la gestión de sus 2.000 autobuses y 200 líneas, sino que integrará todo lo relacionado con la movilidad y los 16 aparcamientos. Con la nueva empresa, la grúa municipal y el servicio de control de aparcamiento de la EMT, conocido como SACE, se van a fusionar en un único servicio. Esta fusión hará posible que el Ayuntamiento pueda recuperar un viejo proyecto de Gallardón que estaba aparcado: la 'grúa exprés', que permitirá la retirada de los vehículos mal aparcados sin necesidad de que asista un agente de movilidad o un policía municipal. "Desarrollaremos nuevos sistemas de control de la indisciplina viaria que contribuirán a la mejora de la circulación y al menor empleo del transporte privado", confirmaba Botella.
El Ayuntamiento estima que la fusión de Madrid Movilidad con la EMT, además de conseguir nuevos ingresos, permitirá lograr grandes ahorros. Los costes de combustible y material se reducirán en más de un 5 por ciento, un 13 por ciento los suministros y un 20 por ciento el consumo de energía.
La oposición municipal, en contra
Todos los partidos de la oposición en el Ayuntamiento se han mostrado en contra de esta fusión anunciada por la alcaldesa. Jaime Lissavetzky, portavoz de los socialistas madrileños, ha asegurado que esta acción es "una aberración" y "una pésima gestión" por parte de Ana Botella.
Desde Izquierda Unida, su portavoz Ángel Pérez ha asegurado que "estas soluciones no sirven porque no son soluciones" y Jaime Berenguer, portavoz de movilidad de UPyD ha mostrado su preocupación por "cómo se prestará el servicio a los ciudadanos" porque, ha añadido, "es lo único importante".