Pablo (11 años): "Tengo miedo a jugar"

"Me llamo Pablo y tengo 11 años. Juego en un equipo de fútbol de la categoría alevín. A mí me encanta jugar al fútbol pero la mayoría de las personas no lo ven como lo que realmente es, un juego y quiero protestar". Así comienza la carta que este niño ha hecho llegar a la redacción de la Cadena SER.

Pablo expresa su malestar por las situaciones que se están viviendo en los campos, protagonizadas por los padres, y por eso pide "que se tomen medidas".

Su madre, María, asegura que al niño le encanta el fútbol, y aunque siempre se pone nervioso antes de los partidos, "últimamente se pone mucho más".

Tal es así que en el último partido, tras haber desayunado bien, no salió a jugar. "Los padres estaban gritando, y en el descanso fue a preguntarle qué le pasaba". El niño estaba cabizbajo y le dijo que "le dolía la cabeza y la barriga". Estaba nervioso. Sus palabras confirmaron el resto. Pablo le dijo a María que "tenía miedo a jugar".

En la carta, Pablo expresa lo que es una realidad en muchos campos de nuestro país desde hace tiempo: la violencia de los padres que acuden a ver a sus hijos "jugar" al fútbol.

La imagen que dio la vuelta al mundo

En mayo de 2014, una imagen tomada en Gran Canaria dio la vuelta al mundo. Alejandro, un niño de cinco años, daba una auténtica lección de deportividad a su entrenador y al árbitro del encuentro que disputaba su equipo, el Unión Viera.

El niño, cansado de la discusión que estaban manteniendo los dos adultos, no dudó un instante y se acercó para separarlos, afirmando: "paren, paren". Alejandro explicó después que él "sólo quería jugar".