13 años de cárcel para el autor del "crimen" de Deusto
Rafael T.M. ha sido condenado a 13 años de cárcel y 20 de internamiento psiquiátrico por matar a cuchilladas a su vecina. Deberá indemnizar a los padres de la víctima, María Mirella S.M., con 95.000 euros y a sus tres hermanos con 40.000 euros
La juez de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha impuesto a Rafael T.M. una pena de 13 años de prisión, 20 de internamiento para tratamiento psiquiátrico y libertad vigilada durante cinco años, como autor de un delito de asesinato con alevosía, con la eximente incompleta de alteración psíquica, por acuchillar hasta la muerte a su vecina, María Mirella S.M., de 43 años, en el barrio bilbaíno de Deusto, el 25 de mayo de 2012.
Según la sentencia, fechada el 29 de enero y dada a conocer este miércoles, al condenado se le impone la medida de seguridad consistente en el internamiento para tratamiento psiquiátrico por un periodo de 20 años, que se llevará a efecto en un establecimiento adecuado al tipo de anomalía o alteración psíquica que sufre, "sin que pueda abandonar el establecimiento sin autorización del tribunal, abonándose el tiempo de la medida para el cumplimiento de la pena privativa de prisión".
Asimismo, Rafael T.M. permanecerá bajo libertad vigilada por tiempo de cinco años posterior al cumplimiento de la pena de prisión y del internamiento para su tratamiento, y deberá someterse a control médico periódico externo, pudiendo incurrir en un delito de quebrantamiento de condena si incumple esta medida dictada por la juez.
Contra esta resolución cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, mediante escrito presentado en el plazo de diez días desde la última notificación de la sentencia.
El condenado se mantendrá en prisión provisional, en la que en la actualidad se encuentra, hasta que sea firme la sentencia, y a Rafael T.M. se le restará del cumplimiento de la pena impuesta el periodo en que ha sufrido prisión provisional por la causa juzgada por un jurado popular, que le declaró culpable de un delito de asesinato con alevosía, con la eximente incompleta de alteración psíquica, por acuchillar hasta la muerte a su vecina.
Tras el veredicto del jurado popular, por parte del Ministerio Fiscal se solicitó para Rafael T.M. la imposición de la pena de 15 años menos un día de prisión, con inhabilitación absoluta durante la pena, y, además, en virtud que la eximente incompleta por trastorno metal, una medida de seguridad privativa de libertad de internamiento para tratamiento psiquiátrico por 20 años, y libertad vigilada de cinco años, a cumplir de manera sucesiva a la medida privativa de libertad o a la pena de prisión en su caso.
En cuanto a la responsabilidad civil, se solicitó para Rafael T.M. el abono a los padres de la víctima de 75.000 euros en concepto de daño moral.
Por su parte, la acusación particular se adhirió a la petición fiscal y solicitó la imposición de la pena de prisión de 15 años menos un día, inhabilitación absoluta durante el tiempo de condena, internamiento por 20 años y libertad vigilada por un periodo de cinco años posterior al cumplimiento de la pena impuesta.
En cuanto a la responsabilidad civil, se pidió por parte de la acusación particular el abono a los padres de la víctima de una indemnización de 250.000 euros y de 40.000 euros a cada uno de los tres hermanos de María Mirella.
La defensa del acusado solicitó la imposición de una pena de 7 años y 6 meses de prisión, y 15 años de internamiento psiquiátrico para tratamiento médico. La cantidad a indemnizar a los padres de la víctima era de 75.000 euros.
En la sentencia se consideran hechos probados que sobre las 14.20 horas del 25 de mayo de 2012, el acusado se encontraba en su domicilio del primer piso del número 42 de la calle Ramón y Cajal, cuando, al escuchar a su vecina del piso de arriba, María Mirella S.M., abandonó su vivienda, cogió un cuchillo de cocina de 9 centímetros de hoja, con un solo filo y terminado en punta, que ocultó entre sus ropas y salió a su encuentros, "sin que coste probado que en ese instante tuviera intención de acabar con su vida".




