El Baskonia resucita en el Oaka ante el Panathinaikos (61-68)
El equipo vitoriano rompe una racha de siete derrotas consecutivas en el Top 16. Los de Scariolo, desde una defensa muy mejorada ,con Pleiss y Nocioni como referencias, encuentran en el juego coral el camino de la victoria
Pleiss, decisivo en la victoria de Laboral Kutxa(Euroleague)
El mejor antídoto ante la espiral peligrosa de Laboral Kutxa era una victoria. La lograda en el Oaka ante Panathinaikos significa muchas cosas: resurrección, reencuentro y liberación.
El equipo vitoriano acudía a Atenas con un saco de derrotas, demasiada tristeza y con todo perdido en este Top 16.
La hora del crecimiento colectivo, de buscar buenas sensaciones no estaba marcada, pero este equipo decidió que desde una defensa de sacrificio y un juego colectivo de menos bote y más pase, las soluciones a su encorsetado juego podrían llegar.
Laboral Kutxa entró bien al choque, lanzado por Nocioni (16 puntos, 13 rebotes) para llegar a las tablas en el primer acto (18-18). Con cierto temor a empezar a ver los primeros síntomas de debilidad, el segundo cuarto, momento de las rotaciones y de la "segunda unidad" resistió el combate. El segundo período del poco acierto y descontrol, tuvo en dos buenas defensas baskonistas y el deseo de Jelinek en ataque con dos robos y en defensa a Diamantidis, los momentos clave dentro de un juego farragoso y poco vistoso.
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Tras 20 minutos, el Baskonia seguía en partido, gracias a su ajustada defensa y al poco acierto griego con un pésimo 2 de 10 en triples.
El Baskonia más feroz y combativo salío convencido tras el descanso. Un equipo trasformado, solidario, agresivo en defensa, dinámico y coral se hacía dueño del choque y del ritmo. Las opciones en ataque pasaban por un Pleiss (12 puntos) cada vez más maduro, activo e implicado. Un parcial 3-15 ponía en el camino del necesario triunfo con 12 puntos de ventaja. Dos triples de San Emeterio, oportuno y listo a la hora de aportar en los momentos claves, noqueaba a un equipo griego con un Diamantidis (15 puntos) gris y superado por la defensa de Causeur. Con 44-55 al final del tercer cuarto, llegaba el momento de rematar la faena, nada fácil en un Oaka perplejo ante el flojo partido de su equipo.
En el ultimo cuarto, Poeta daba minutos de calidad, con dos canastas y provocando dos faltas en ataque de los locales. El Baskonia alcanzaba su máxima renta de 15 puntos (46-51). Dos personales de Pleiss en cuatro minutos encedían un poso de duda. Con 49-61 y el alemán eliminado por faltas, Panathinaikos vió algo de luz para sumar un parcial 7-0 y acercarse a ocho puntos.
De nuevo una canasta de San Emeterio rompía la racha griega y mantenía a un Baskonia aturullado y sin ideas con Heurtel demasiado empeñado en solucionar los ultimos instantes por su cuenta.
A falta de 46 segundos, con 60-65, una absurda e injusta técnica a Nocioni por, supuestamente fingir una falta, retrataba a un trío arbitral nefasto. Menos mal que no era el día de Panathinaikos, y sí el del Baskonia.
Una victoria que desatasca e inyecta dosis de optimismo a una plantilla capacitada para defender y rebotear con consistencia y agresividad, aunque Scariolo se empeñe en predicar lo contrario.
El Baskonia debe seguir dando pasos en la liga ACB y la próxima cita del domingo en el Buesa Arena ante el Joventut es un test para calibrar si lo del Oaka sólo ha sido un espejismo. En principio, Lamar Odom podrá ayudar al equipo, superados sus problemas lumbares.
