Se inicia el juicio contra el secuestrador de la familia Bárcenas

El acusado, un falso cura ha entrado durante su declaración en una crisis nerviosa por lo que el juez ha decidido suspender temporalmente la vista

En el juicio que ha comenzado en la Audiencia Provincial de Madrid, Iglesias ha relatado que el día de los hechos se encontraba junto a su hijo y su criada Victoria.

Entonces, sobre las 15.45 horas del pasado 23 de octubre sonó el telefonillo de la puerta y una persona que dijo ser un sacerdote señaló que venía de parte del Obispado para un tema de Instituciones Penitenciarias.

La mujer de Bárcenas ha explicado que tras una charla y un cigarro de por medio, el procesado dijo que iba a coger una pastilla para la acidez de su maletín, pero que en realidad agarró una pistola: 'Se ha acabado el teatro. Yo no soy sacerdote y he venido aquí por lo que sé que tienen'.

A continuación, siguiendo su relato, el falso sacerdote le gritó que el arma funcionaba correctamente y que sólo tenía que apretar el gatillo. Iglesias ha asegurado que no paraba de repetir que él había venido a recoger unos pendrives y una serie de información para derrocar al Gobierno.

La esposa de Bárcenas ha dicho que el plan del acusado era llevarse los pendrives y luego escapar a la embajada del Perú -que está en el edificio anexo a la casa de Bárcenas- saltando la azotea.

Rosalía Iglesias ha manifestado que siempre tuvo la certeza de que ella y los suyos iban a ser asesinados a tiros, lo que hubiera provocado la muerte inmediata de su marido en prisión, una muerte que a muchos- ha dicho-hubiera beneficiado.

El acusado, un falso cura ha entrado durante su declaración en una crisis nerviosa y ha pedido agua, que le ha sido dado para tomar una pastilla. Inmediatamente ha comenzado a gritar por lo que el juez ha decidido suspender temporalmente el juicio y desalojar la sala.

Minutos después, han acudido varios médicos a tratar al procesado que, según el escrito fiscal, padece un trastorno de la personalidad de rasgos paranoides narcisistas y antisociales, por lo que sus facultades cognoscitivas y volitivas en relación con los hechos que se juzgan se hallan afectadas, al menos de forma moderada.