El lehendakari atribuye la multa por las vacaciones fiscales a una Europa sin alma

El lehendakari Iñigo Urkullu ha criticado la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea por que no ha tenido en cuenta que las ayudas fiscales declaradas ilegales sirvieron para sacar a Euskadi de una profunda crisis ecónomica, con las empresas amenazadas por ETA y sin una política industrial en España. El diputado general de Bizkaia por su parte, cree que el saldo ha sido positivo a pesar de la multa y ha polemizado con Confebask, al que ha reprochado las criticas que le hicieron por recuperar las ayudas.

El lehendakari Iñigo Urkullu ha calificado de excesiva y desproporcionada la multa de 30 millones de euros impuesta por el Tribunal de Luxemburgo a España por el retraso en recuperar los 722 millones de euros a que ascendieron las ayudas de las vacaciones fiscales de los años 90.

Urkullu defiende las medidas fiscales que se adoptaron entonces para sacar a Euskadi de la crisis que atravesaba, en un momento en que ETA amenazaba a las empresas y el gobierno central carecía de política industrial. El lehendakari ha indicado que el gobierno central debe decidir ahora quien tiene que pagar la multa dirigida al reino de España.

Al respecto se ha pronunciado hoy el ministro de hacienda, Cristobal Montoro, que cree que es hora ya de cerrar este asunto definitivamente. El diputado general de Bizkaia, Jose Luis Bibao cree que las vacaciones fiscales merecieron la pena a pesar de la multa y se confesado muy dolido por la actitud de Confebask, que según ha dicho reprochó ferozmente a la diputación que iniciase la recuperación de las ayudas en 2011, e incluso le acusaron de cerrar empresas.

El presidente de la patronal vasca, Miguel Angel Lújua le ha respondido después un tanto airado, que la crítica la ha parecido excesiva. El delegado del gobierno en el País Vasco, el popular Carlos Urquijo, ha intervenido también en la polémica para afear al diputado general que mente la soga en casa del ahorcado, porque, según ha dicho, los que más han sufrido con este asunto han sido las empresas.