Apadrinar cerezos

No podían competir con el precio de la cereza en el mercado, pero tampoco querían abandonar los campos que generación tras generación había cultivado su familia y por eso decidieron buscar padrinos por sus cerezos

En 2011 Jaume y Vicens Martín se vieron obligados a abandonar sus campos de secano de Begues, en el Baix Llobregat. Tenían melocotoneros y cerezos, pero el regadío de Lleida y las importaciones del extranjero hicieron que su fruta dejara de ser competitiva en el mercado catalán.

Ya no se ganaban la vida como agricultores , pero Vicente explica que la idea de abandonar aquellos cultivos familiares libres de plaguicidas químicos no les convencía y hablando con amigos encontraron una alternativa para mantener los más de 500 cerezos que quedaban sin haber de invertir en mano de obra: buscarían padrinos. Por 36 euros al año, todo el que quiera puede hacer suyo uno de estos cerezos. Ellos lo cuidan y tú cosechas la fruta [link en catalán].

Mercedes Arranz, vecina de Sant Just Desvern , hace tres años que es madrina de un cerezo. Empezó por su hijo que entonces tenía tres años y cada año ha repetido. Cuando va a Begues a cosechar sus cerezas invita a familia y amigos para repartir los cerca de 10 kilos de cerezas que produce cada árbol.

Maribel Martinez , vecina de Barcelona , optó por regalar dos cerezos a una pareja por su cumpleaños. Lo hizo, por un lado, para echar una mano a los agricultores como Vicens y Jaume, pero sobre todo por los recuerdos de infancia que le llevaba la idea de cosechar uno mismo la fruta de los árboles.

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