"Quiero que me congelen para resucitar"
Esta técnica, novedosa en nuestro país, está ya implantada en EEUU, donde hay más de 1.000 cuerpos congelados

Banco de Cordón Umbilical(JUNTA DE ANDALUCÍA)

Francisco Roldán, impulsor del único cementerio de cadáveres congelados en nuestro país, es el primer español que pide al registro de voluntades anticipadas que le ciopreserven. "En el futuro la ciencia me recuperará".
Lo de revivir a un muerto puede sonar un poco a Frankenstein pero para Francisco Roldán, un vecino de Marbella que ha pedido que le congelen cuando muera, la ciencia no va desencaminada. "No me quiero morir y si es así, que me congelen... La tecnología y la ciencia podrían recuperarme en el futuro. Resucitarme".
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Roldán, cofundador del Instituto Europeo de Ciopreservación, se ha convertido en el primer español en pedir ante el registro de voluntades anticipadas de Andalucía que le congelen una vez fallecido.
Lo más parecido a la ciopreservación de cuerpos es la animación suspendida, que ya se aplica en animales. Consiste en drenar toda la sangre del cuerpo y congelarlo. Pasadas unas horas, se vuelve a bombear y el cuerpo se va calentando lentamente. Se ha probado en ratones para tratarles de lesiones que han desaparecido.
De momento parece una técnica para rescatar de la muerte a quien la está bordeando. Pero, ¿qué pasa si ya se ha llegado a ella? "Puede ser posible. ¿Cómo? Trabajamos ya en la nanotecnología y la cibernética para el rejuvenecimiento de células... Se está haciendo".
El primer objetivo de Francisco es que la legislación permita la congelación de cuerpos a 130º bajo cero; de momento, el límite está a 18º bajo cero. Y a partir de ahí, dar pasos para dar a conocer una técnica, la ciopreservación, que parece llevar recorrido en EEUU, donde ya hay 1.000 cadáveres congelados y 2.000 más en lista de espera para este proceso, que según este centro, dura una jornada laboral y cuesta 150.000 euros.
En el Instituto Europeo de Ciopreservación trabajan unos 50 especialistas, entre médicos y científicos. No solo se dedicarán a la congelación de cuerpos, sino también de tejidos, cordones umbilicales y células madre con fines terapéuticos. Según Francisco, un proyecto a medio plazo es solicitar que Andalucía tenga un cementerio de cuerpos congelados, un centro que tendría una inversión de 50 millones de euros.
En España hay empresas privadas de criopreservación de tejidos, como los cordones umbilicales, pero no de cadáveres.
Para ser criopreservado es imprescindible que el fallecimiento se produzca por muerte natural o por enfermedad, pues este procedimiento no es posible en caso de accidente grave en el que el cuerpo quede muy dañado o en aquellos casos en los que se requiera practicar una autopsia.
El proceso de ciopreservación es el siguiente: tras la muerte, un equipo médico debe bajar la temperatura del cuerpo, extraer la sangre e introducir en su lugar un líquido criogénico, una especie de anticongelante.
Posteriormente se trasladará el cuerpo a unas cápsulas herméticas ubicadas en el centro de preservación donde se inyectará nitrógeno líquido a alta presión cristalizando el cadáver a 130º bajo cero.
El socio fundador de Iecrion sostiene que dentro de cinco o seis años las ambulancias estarán equipadas para llevar a cabo el primer paso del protocolo de criopreservación, de la misma forma que ahora cuentan con mecanismos de reanimación que hace décadas eran impensables.
Francisco Roldán espera que su deseo de ser congelado sea un ejemplo para iniciar una corriente científica que busque traer de vuelta a los que se van. Eso sí, el cuerpo no se toca.




