La crisis también recorta libertades
La imposibilidad de encontrar trabajo obliga a reducir los permisos otorgados a los presos con tercer grado para pasar el día fuera
Valencia
La crisis también recorta libertades. Eso, al menos, deben pensar los presos de tercer grado de la Comunitat Valenciana. Y es que si encontrar trabajo ya es difícil para cualquier persona, cuando se trata de reclusos en centros penitenciarios es casi un imposible. Y precisamente esa imposibilidad está provocando que muchos de los presos a los que se les ha otorgado un tercer grado no puedan disfrutar de todas las ventajas que su situación les puede ofrecer
El tercer grado es un estadio que se concede a los presos que están a punto de salir de la prisión o que llevan ya muchos años allí. Su finalidad básica, según explica Alberto Tellez, portavoz de ACAIP, el sindicato de los funcionarios de las cárceles de la Comunitat, es la preparación del interno par la vida en libertad mediante la reincorporación en la sociedad... que se logra básicamente con el trabajo.
Por ello, a parte de los días libres, se les otorga permiso para salir de la prisión para trabajar o buscar trabajo y que solo tengan que volver para pasar la noche allí. Pero la complicada situación laboral ha mostrado una nueva realidad: los internos no encuentran trabajo y eso provoca que pasen el día fuera sin oficio ni beneficio... lo que ha llevado a muchos a volver a delinquir. Por ello, en los centros de inserción social de Alicante y Valencia -los únicos de la Comunitat Valenciana- se están reduciendo las autorizaciones de salida precisamente para eso, para evitar que vuelvan a delinquir.
Esta estancia diurna inesperada genera problemas de gestión. Y es que estos módulos solo están pensados -y dotados- para que los internos pasen la noche allí... ahora son muchos los que pasan el día entero a la sobrepoblación de las cárceles valencianas y la falta de profesionales... se unen ahora estos reos de tercer grado, sin que aumente los funcionarios destinados a estos módulos.
