El By-pass de Valencia necesita urgentemente la ampliación

La proyectada ampliación del by-pass se encuentra en periodo de información pública y va de Museros a Riba-roja del Turia

El proyecto de calzadas laterales de mejora del tramo central de By-Pass A-7, entre las localidades valencianos de Massamagrell y Manises, salió en marzo a exposición pública en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y prevé licitar las obras en 2015 por un presupuesto de de 285 millones de euros y un plazo de ejecución de entre dos y tres años de forma que esté terminado de 2018 a 2020.

Así, lo explicaron entonces la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León, el jefe de la demarcación de carreteras del Ministerio de Fomento y la consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, tras reunirse con los alcaldes de los cerca de 15 municipios afectados, a los que presentaron el proyecto.

Entonces, Sánchez de León destacó la importancia de ese tramo central, de 22 kilómetros, por el que circulan a diario entre 80.000 y 110.000 vehículos, de los cuales un 25 por ciento son de carga pesada ya que afecta a cerca de 20 polígonos industriales. "Por ello, era proyecto muy demandado desde hace muchos años tanto de los alcaldes como los ciudadanos y sector del transporte", dijo.

Así, ha previsto que este año finalice el periodo de alegaciones y se apruebe la declaración de impacto ambiental para que en 2015 se pueda licitar este proyecto, que estaría "finalizado en dos o tres años".

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El jefe de la demarcación de Carreteras, Isabel Ferrer, concretó que este tramo abarca desde la CV-32 a la altura de Massamagrell hasta a la A-3, que se ha divido en tres subtramos: el primero desde el enlace de la Gombalda de la CV-32 a la altura de Massamagrell hasta el enlace con la CV-35 de la Pista de Ademúz, presupuestado en 101 millones; el segundo que discurre entre la CV-35 hasta el enlace de Ribarroja-Manises, que afecta al enlace de la CV-30 de entrada a Valencia, que supondrá un coste de 142 millones, y el último que va desde la CV-70 del eje Manises-Ribarroja con el enlace de la A-3, que saldrá a licitación por 44 millones de euros.

Con esta actuación se separará el tráfico de largo recorrido del de corto recorrido, que se "moverá en las líneas laterales que tendrá entre dos y tres carriles por sentido". De este modo, se mejorará la seguridad vial y se reducirá "muchísimo" la accidentalidad, así como "el ahorro" de tiempo que supondrá para los camiones y la mejora en el acceso al Puerto de Valencia.

Los municipios implicados son Manises Bétera Riba-roja de Túria, Massamagrell, Godella, El Puig, Rafelbuñol, Museros, Loriguilla, Valencia, Paterna, Quart de Poblet, Moncada Chiva y Godella.