Fernando Clavijo: 'Estoy imputado pero no soy un corrupto'

Santa Cruz de Tenerife

El alcalde del municipio de La Laguna, Fernando Clavijo, ha asegurado en la Cadena SER que "en el momento político y social que vive el país, una imputación es una noticia muy difícil de explicar". Sin embargo, asegura que ninguno de los delitos por los que se le imputan "suponen un acto de corrupción ni un enriquecimiento"

El también candidato a la Presidencia del Gobierno regional por Coalición Canaria asegura que lo que más le preocupa es cómo puede afectar esto a su organización. "Solo espero que se resuelva cuanto antes y que no se eternice, porque al final se genera la indefensión", expuso Clavijo, que asegura que una vez leído el auto está "más tranquilo", dijo. "No se me atribuye ningún acto en beneficio propio ni en el de otra fuerza política y lo que refleja el auto es el día a día cotidiano de una alcalde en tiempos como los actuales: atender a los vecinos y atender sus problemas", expuso.

No sabe si en caso de que no hubiese sido candidato a la Presidencia del Gobierno este caso hubiese salido a la luz. "Tampoco lo quiero pensar, para no hacerme mala sangre. Mejor que puede pasar ahora es que haya absoluta transparencia entre los políticos y la ciudadanía". Fernando Clavijo dijo en la SER que ha tenido "cuatro años el teléfono pinchado" y está tranquilo porque "ningún expediente tiene una firma mía, porque las competencias estaban delegadas, y por otro lado están impecables, con todos los informes técnicos y jurídicos; tanto en el caso de las Chumberas, como en el de Urbaser".

Clavijo expuso: "No estoy noqueado ni tengo un fisquito de mala consciencia", aunque lamentó: "me temo que conversaciones sobre asuntos que no tienen nada que ver terminarán en algún medio de comunicación".

Por su parte, el consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad, Francisco Hernández Spínola, que también estuvo en los micrófonos de la SER aseguró que le parece "excesivo" que cualquier persona que esté imputada, está "condenado a priori", y apeló a una modificación "profunda de nuestro sistema político", en lo que se califica como una "segunda transición".