Moyes también naufraga en El Madrigal

San Sebastián

Confirmado: la Real Sociedad tiene que pedir a la LFP que le permita no jugar en El Madrigal. En Copa es otra historia. Pero en Liga ha recibido la friolera de 9 goles en las dos últimas temporadas. Para echarse a llorar. La pasada campaña regresó con un elocuente 5-1 (luego se vengó eliminando al Villarreal en Copa a los dos días), y esta temporada se vuelve con otra goleada en contra, un 4-0 de los que duelen, porque llega en una segunda parte para olvidar.

Esto quiere decir que David Moyes también naufraga en El Madrigal. Igual que hiciera Jagoba Arrasate hace menos de un año. El contexto es diferente sí, pero la derrota duele de igual manera. Aunque lo peor de todo es que la primera parte no hacía presagiar nada de lo que ocurrido tras el descanso. Primer tiempo espeso, pero igualado, en el que a la Real del escocés le ha costado crear fútbol, pero tampoco le lo ha permitido al de Marcelino. Y daba la sensación de que todo iba a seguir así a la salida de vuestuarios. Pero mientras la Real de Moyes dejaba de ser la Real de Moyes, y volvía a los viejos defectos que acabaron de forma repentina con la 'Era Arrasate', el Villarreal de Marcelino daba un paso al frente y sufría una transformación completa.

Era otro Villarreal. Era otra Real. Los amarillos hacia arriba. Los txuri-urdin hacia abajo. De manera irremediable. Y así el desenlace se veía venir. Había avisado Vietto con un balón al palo. Para entonces, la Real no pintaba nada sobre el terreno de juego. Y el Villarreal encontraba autopistas por todos los lados hacia la portería de Zubikarai. Y aunque el 1-0 llegara con la fortuna de que la falta magistralmente lanzada por Bruno Soriano pegara en el larguero y se encontrara con la espalda de Zubikarai como complice inesperado, el gol hacia justicia a lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego. La Real no reaccionó, o no supo reaccionar, y el Villarreal siguió a lo suyo. Y llegó el 2-0, el 3-0, el 4-0... y pudo haber, incluso, un 5-0, porque Vietto, otra vez, se topó con el poste derecho de la portería del meta realista.

Puede que el resultado parezca excesivo, viendo lo ocurrido en la primera parte, pero si sólo se mira a la segunda mitad... que la Real aprenda de este correctivo, porque lo va a necesitar. O al menos David Moyes, que por lo menos no se econdió y admitió el desastre absoluto de segunda parte de su equipo. El escocés no sabía lo que era perder, y regresa de Villarreal goleado. No había recibido un gol, y al cuarto partido en el banqullo realista recibe cuatro de golpe. Los pequeños pasos hacia delante que había dado Moyes hasta ahora se esfumaron en 45 minutos. Y su Real dio un preocupante paso atrás. Tiene mucho trabajo por delante. ¡Suerte! Visto lo visto en El Madrigal... la va a necesitar.