Los conductores de Bizkaibus advierten: “Los incidentes son diarios, aunque no haya denuncias”
El 12 de noviembre es la fecha prevista para que sindicatos y Diputación debatirán medidas para reforzar la seguridad en los servicios nocturnos
¿Un nuevo replanteamiento del servicio nocturno en Bizkaibus?
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Bilbao
La falta de seguridad para los conductores, pese a que este verano no se han registrado denuncias oficiales, mantiene en el aire la continuidad de los servicios nocturnos de Bizkaibus. El próximo 12 de noviembre se celebrará una comisión de seguridad entre sindicatos y el Departamento de Transportes de la Diputación Foral de Bizkaia para analizar medidas y buscar soluciones.
La preocupación no es nueva. Hace dos años, más de 1.200 trabajadores fueron llamados a la huelga para exigir mayor protección frente a las agresiones. Ahora, la Diputación ha anunciado que llevará el debate a las Juntas Generales y que ya se han puesto en marcha algunos avances dentro del Plan de Seguridad y Modernización de Bizkaibus. Entre ellos: protocolos unificados contra agresiones, la mejora de los botones de emergencia, el estudio de nuevas mamparas de protección y la futura creación de un puesto de mando unificado (GEMAU); este centro, aún en fase de diseño, centralizará las incidencias y coordinará las respuestas en tiempo real.
A pesar de que la Diputación insiste en que no hay denuncias en los servicios extraordinarios de este año, los conductores subrayan que los incidentes son constantes. “Se elaboran partes internos de manera diaria”, ha confirmado Irati Espinaco, conductora del servicio nocturno que ha relatado cómo un pasajero ebrio llegó a amenazarla y golpear la puerta del autobús, obligándola a arrancar para evitar males mayores.
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Ejemplos
Jorge Clemente, también conductor nocturno, ha explicado que en verano de 2024 sufrió increpaciones por parte de un viajero que quería pagar con un billete de 50 euros, pese a que la normativa marca un límite de 20. “Al final, otro pasajero decidió pagar por él para evitar que la situación se agravara”, ha contado. Por su parte, Aritza Zorraquino ha señalado que en localidades como Elorrio los problemas de avalanchas, peleas y agresiones se repiten “desde hace más de 15 años”.
Los trabajadores insisten en que las campañas de civismo son positivas, pero insuficientes. Reclaman medidas reales y efectivas: protocolos claros, vigilancia visible en los servicios nocturnos, respuesta inmediata cuando se activa el botón de emergencia, que ningún autobús salga sin cobertura de los sistemas de ayuda a la explotación, pero que sobre todo que la falta de civismo desaparezca.
