Restaurante Teruel, en Vinaròs
Un mar y montaña por todo lo alto. Carnes del Maestrazgo con los langostinos más frescos
Valencia
El programa emitido en directo desde el salón de plenos del ayuntamiento de Vinaròs nos permitió, el pasado sábado, hacer un completo recorrido por los Carnavales de esta bonita localidad. También por su gastronomía. A la hora de proponernos un restaurante para comer, entre los muchos de calidad que existen en Vinaròs, nuestros anfitriones, los compañeros de Ser Maestrat, no lo dudaron: el joven chef Roberto Belmonte, del restaurante Teruel, que representó a Vinaròs en Fitur en la pasada edición de la feria.
Se trata de un negocio familiar, propiedad de sus padres, que llegaron del pueblo de Tronchón, y que trabajan muchos platos con embutidos, carnes, quesos, y cecina. Pero lo primero que nos contó Eduardo fue "que llegó él y revolucionó el restaurante con nuevas técnicas". Este joven chef, que desde los dieciséis años está trabajando entre fogones, se formó´en la escuela de Benicarló, y tras unos años de experiencia trabajando en Paradores volvió a casa para aplicar todo lo aprendido.
Durante el programa nos explicó el langostino que preparó en Fitur y que tanto gustó: un trampantojo, porque fue un almendrado de langostino, inventado con su colega Salvador Alcaraz. Langostino, almendra, un buen fumet, cebolla y puerro pochados y un poco de harina. Dos cocciones y un golpe de hervor con agua de mar. Según Eduardo, " muy elaborado pero diferente", consiguieron sorprender a todos.
El restaurante Teruel es " un mar y montaña perfecto". Y damos fe de su calidad porque tuvimos la ocasión de comer allí, después del programa. Si pasan por Vinaròs, no duden en pedir sus calamares rebozados, los más tiernos que he probado en mucho tiempo, y que son conocidos por todos en la localidad . En cuanto a los langostinos, Eduardo nos explicó que el plato que sirve en el restaurante no tiene mucho misterio: " pelados, y a la plancha, con un poquito de cebollino, su calidad es tan alta que no necesitan más". Fueron un entrante delicioso. Las aguas del Ebro, y la poca sal del mar en esta parte de la costa son la combinación perfecta para que sean únicos.
Insistió mucho en la carne, el ternasco de cordero, cocinado con hierbas aromáticas, tomillo, romero y laurel. Una carne que se deshace en la boca y que demuestra muy bien lo que ha aprendido desde pequeño en la cocina con su madre y su tía en el restaurante.
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PEQUEÑOS TEMPLOS DEL BUEN COMER
Y otro detalle a destacar: la amabilidad del servicio. Como en casa. A los viajeros de la Ser, sin duda, les recomendamos este local situado en la Avenida de Madrid 34, en Vinaròs.
Inma Pardo
Inma Pardo ha pasado por la edición de todos los informativos de Radio Valencia hasta que ha llegado...
