Aburto: "No quiero ser un alcalde de despacho"

Bilbao

Juan Mari Aburto se ha puesto el traje de alcaldable. "Solo a partir de hoy", ha matizado, "porque hasta ahora he sido fiel" al Gobierno vasco. Se estrena en la tarea con una "doble sensación": "tristeza" por lo que queda atrás y la ilusión "de un reto apasionante". En su tarjeta de presentación dice que no quiere ser un alcalde de despacho "porque la gente está necesitada de que le escuchemos". Ve su liderazgo como "coyuntural" porque lo primordial será el trabajo "de un equipo cohesionado y fuerte". Todavía no está redactado el programa electoral con el que concurrirá a los comicios de mayo como número uno del PNV en la capital vizcaína, pero señala tres prioridades: el empleo, "una prioridad que se da por supuesta"; la actividad económica y el bienestar de las personas, "porque Bilbao no puede crecer si no lo hacen las personas". Una mejora de la calidad de vida que tiene que llegar a los barrios altos, "porque si no lo estaríamos haciendo realmente mal", pese a reconocer que la situación de algunos "es muy complicada".

No le da vértigo la nueva etapa y tampoco posibles rivales políticos como Podemos, de quienes piensa que han sabido atender el descontento pero "empiezan a flaquear en algunos valores que han venido defendiendo". Sobre el caso Kutxabank lo califica de "drama" aunque cree que hay "un cierto interés" en que el banco esté en los medios de comunicación y defiende la buena gestión de un "icono" de Bilbao porque "un borrón no puede manchar toda una trayectoria". Por otro lado, en la víspera de que la alcaldesa jeltzale de Mungia renuncie a su cargo ante la "imposición" de colocar la bandera española, ha dicho sentirse "más cómodo sin ella" pero añade que el PNV es un partido "respetuoso" con la justicia.