58 años de roscos, cristinas y… Andresitos
La Pastelería Amaya baja la persiana tras más de medio siglo endulzándonos la vida
Vitoria
En ´Hoy por hoy Vitoria’ visitamos la pastelería Amaya días antes de su cierre. Hablamos de su historia y de un misterio que encierra. Escúchalo aquí.
Hoy por hoy Vitoria 26/02: La pastelería Amaya cierra sus puertas
20:28
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En el obrador huele a mantequilla y chocolate. Las manos sabias de José Mari y Javier amasan las últimas hornadas de pastas. Nadie diría que esta pastelería, que lleva 58 años deleitando a los vitorianos con sus roscos, sus cristinas y sus trufas, baja la persiana en unos días. El ritmo, y la larga lista de pedidos de despedida, hacen que estos días se trabaje a destajo en este obrador.
José Mari recuerda con cariño su primer día de trabajo. Tenía 13 años y medio. “Me mandaban con cajas y pastas a otra tienda y no podía con ellas, las tenía que llevar con bici”, nos cuenta. Ahora con 66 años anhela la jubilación aunque no oculta la pena por tener que echar la persiana y por no haber encontrado a nadie que se haga cargo del negocio. También nos habla sin tapujos de “algunas cosas raras” que han pasado en el obrador. “Estando yo solo aquí ha ocurrido que las cosas desaparezcan y aparezcan en otro lado o encontrarse por la mañana que todas las cajas que tenemos apiladas y ordenadas aparezcan en el suelo”.
Y es que la trasera de este obrador da a un sitio muy especial: las ruinas del antiguo convento de San Francisco donde – dicen- habita uno de los fantasmas más famosos de Vitoria, Andresito. Nuestro colaborador en asuntos misteriosos, Enrique Echazarra, nos cuenta su historia.
A raíz de la fama que alcanzó el fantasma, y tras la visita al obrador de los expertos en fenómenos paranormales Jiménez del Oso y de Iker Jiménez, José Mari decidió dar vida al fantasma y creo sus galletas de Andresito. Una dulce manera de afrontar el miedo.