Messi hurga en la herida

Eibar

Messi. Messi. Y después Messi. Eso fue el Barça que pasó por Ipurua por primera vez en su historia. Y eso le bastó para conseguir llevarse la victoria y que el Eibar acumulara su octava derrota consecutiva. Dos goles del crack argentino, el primero tras un penalti bastante discutido, hurgan en la herida del equipo armero, que una vez ha pasado el trámite de jugar contra los grandes, puede centrarse en su objetivo de cortar su pésima racha para lograr el objetivo de la permanencia.

Garitano fue fiel a sus palabras de la previa, y no salió a buscar al Barça. Es más, quiso esperarle en su área, al formar con una defensa de cinco jugadores. El plan funcionó, más o menos, hasta la polémica jugada del penalti del 0-1. El Bará dominaba, pero no agobiada. Y el Eibar, según pasaban los minutos, se encontraba más cómodo con las contras que planteaba con la gente de arriba, como Saúl Berjón, Javi Lara y Jon Errasti. Pero entonces, en la única jugada trenzada del Barça en la primera parte, Messi disparó y el balón rebotó en el brazo de Ekiza tras golpear primero en la rodilla de Raúl Navas. Penalti, a pesar de las protestas de jugadores y público, y gol de Messi.

Con ese 0-1, injusto por ocasiones, justo por dominio, se llegó al descanso. Y a la salida de vestuarios el guión apenas cambió. El Eibar, eso sí, adelantó un poco las líneas en busca de un empate que tuvo cerca en alguna contra mal culminada por Saúl Berjón. Pero el Barça comenzó a poner cuesta arriba, casi imposible, la sorpresa, cuando Messi remató sólo un saque de corner. El más pequeño del Barça rematando de cabeza. Cabreo monumental de Garitano, porque de nuevo el balon parado les hacía un daño tremendo. El partido comenzó a languidecer a partur de ahí, bajó mucho en intensidad, y ya practicamente no pasaba nada. Hasta que salió Piovaccari. El italiano, siempre salsero y peleón, pudo poner picante a los instantes finales del encuentro si llega a marcar un remta picado que estrelló en el larguero de la portería de Bravo. El balón no entró, y el partidó murió ahí. El Barça no hizo más sangre, y el Eibar pensaba más en Granada, donde Garitano no podrá contar con Borja Ekiza, que en la jugada de la pena máxima blaugrana vio la quinta amarilla y estará sancionado.