¿Qué asignaturas pendientes tiene la nueva corporación?

Bilbao

Sin la comodidad de la histórica mayoría absoluta que obtuvo su antecesor, Iñaki Azkuna, el jeltzale Juan Mari Aburto gobernará con holgura en un consistorio bilbaino que se presenta más fragmentado. Los votantes han dado representación a seis partidos, con un triple empate entre EH Bildu, PSE y PP, mientras la división de 'Udalberri' y 'Ganemos' han dividido a su electorado y se reparten dos ediles cada uno. El nuevo ayuntamiento se constituirá el 13 de junio, en primera vuelta. El PNV necesitaría dos votos para sumar los 15 en los que se situa la mayoría absoluta que le permitiría iniciar la andadura.

HASTA SEIS PARTIDOS TIENEN REPRESENTACIÓN

—  EH Bildu liderará la oposición

Según lo apuntado durante la campaña, una de las intenciones expresadas ha sido aumentar la participación, de manera que, si se cumple con lo comprometido, es probable que se plantee una modificación del Reglamento del pleno que permita a vecinos y colectivos sociales tener voz en las sesiones de cada mes. Durante los últimos tiempos también se ha agudizado el choque de intereses entre comerciantes y hosteleros, especialmente en el Casco viejo, donde parte del barrio exige la paralización de las licencias de bares de día porque, a su juicio, están relegando al comercio tradicional. Todo parece indicar a que se va a abrir el debate para redactar una nueva Ordenanza de Hostelería, después de las últimas modificaciones parciales. El propio Aburto así lo anunció en el debate de candidatos de Radio Bilbao.

En junio está previsto que se adjudique el soterramiento de Termibus y, entonces, se resolverá cual es el planteamiento en el solar liberado. La nueva corporación municipal hereda el conflicto abierto con los centros de culto. Habrá que buscar un encaje en la trama urbana cuando coincide también la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, el documento que dibuja el mapa de Bilbao, su desarrollo urbanístico para los próximos años con dos focos de atención prioritarios: Zorrozaurre y Punta Zorroza, sin olvidar Bolueta -donde hay que dar forma a las mil viviendas-. En este sentido, quedó en el aire en la anterior legislatura si es necesario reforzar Surbisa como órgano de rehabilitación. Algunos partidos creen conveniente ampliar el radio de acción e incrementar su presupuesto.

En la carrera hacia las urnas todos han mencionado la llegada del tren de alta velocidad. Es, desde luego, uno de los hitos más importantes que deberá afrontar Bilbao en los próximos años, aunque estrictamente no está en manos del consistorio. También está pendiente la ampliación del tranvía por Hurtado de Amezaga. Si atendemos a los programas electorales de los partidos, algo que quedará en la carpera de los 'relegados' será el derribo del viaducto de Rekalde. Después de que el ayuntamiento liquidase la deuda con Iparlat, la obra queda a expensas de que la Diputación cuente con presupuesto suficiente.