César Sánchez, el portero más longevo del fútbol español
En Mestalla, el 2 de abril de 2011, César batió el récord de longevidad en la portería de un club español al jugar con 39 años y 212 días frente al Getafe
Badajoz
Al César lo que es del César, le dijo el destino a Sánchez cuando hizo las maletas y dejó su pueblo para triunfar en Pucela. César Sánchez Domínguez (Coria, 2 de septiembre de 1971) debutó en Primera División encajando un 0-6 ante el Barça. Fue el 24 de mayo de 1992, cuatro días después de que el “Dream Team” de Johann Cruyff hubiera ganado su primera Copa de Europa en Wembley ante la Sampdoria, con un gol de falta de Ronald Koeman. Ese día, en un Real Valladolid-Barcelona, César saltó al campo a los 57 minutos ante la expulsión del meta yugoslavo Mauro Ravnic que ya había encajado tres goles, dos de Stoichkov y uno de Nadal. En los primeros segundos del meta extremeño encajó el cuarto gol de penalti, obra del propio Koeman. Después, Laudrup hizo el quinto y Koeman, otra vez desde los once metros, el sexto.
En aquella temporada, el Valladolid descendió a Segunda, pero volvió a subir al año siguiente y César navegó 205 veces más por el mismo río del Pisuerga en Primera División (temporadas 91-92 y 93-00). Salió a hombros, triunfó, y el triunfo le llevó hasta La Cibeles.
Y así pasó de un Real a otro Real y de Castilla-León a La Castellana, haciendo realidad el sueño de cualquier portero: defender la meta del Bernabéu (campañas 00-02 y 03-05). Pero tuvo un pulso ante un niño destinado a ser el mejor portero de la historia blanca, jugando sólo 20 partidos en 4 temporadas. A César nunca le sacaron “de sus Casillas” y tras un primer año en el que jugó poco, en el segundo fue el portero titular de la final de la Champions ante el Bayer Leverkusen, la del gol de Zidane…
Después se lesionó tras un golpe con Lucio, pero aquella noche escuchó la novena de Beethoven y siguió hasta cinco temporadas ganando dos ligas, la Copa de Europa y la Intercontinental. La Pilarica le hizo un guiño y estuvo tres años en La Romareda, conquistando el reino de Aragón (110 partidos en los años 2005-2008), con una triste e inmerecida salida después del descenso a Segunda, en la que el nuevo técnico Marcelino le apartó del equipo.
A sus 38 años, en esa total contradicción entre la vida y el fútbol, que en la calle te considera casi un bebé y en el césped, casi de la tercera edad, el fútbol inglés le recibió con los brazos abiertos para regalarle el dorsal 21 en la Premier League en las filas del Tottenham Hotspur. El técnico Juande Ramos, cesado en octubre del 2008, no le dio bola, teniendo a César como portero suplente del brasileño Heurelho Gomes. De los Spurs de Modric y Pavlyuchenko al Valencia de Villa y Silva, en donde dio un rendimiento excelente, siendo uno de los mejores porteros de la liga y preguntándose más de uno si tendría un sitio en la selección española de Vicente del Bosque.
En Mestalla, el 2 de abril de 2011, César batió el récord de longevidad en la portería de un club español al jugar con 39 años y 212 días frente al Getafe. Era el partido 396 de su carrera en Primera y el Valencia venció 4-2 al equipo azulón e hizo que César superara al portero argentino del Real Valladolid, Carlos Fenoy, que disputó su último encuentro con 39 años y 199 días.
A la temporada siguiente, volvió a coger las maletas para viajar a su último destino: Villarreal, en donde estuvo una temporada a la sombra de Diego López, jugando sólo dos partidos. En el 2013 colgó los guantes con 41 años. El submarino amarillo fue el broche de oro a una carrera marcada por el traje blanco.