Adiós, bolardo

Valladolid

Se acabó. El bolardo instalado por el anterior equipo de Gobierno hace ahora cinco años para limitar el acceso al aparcamiento subterráneo de la Plaza Mayor vallisoletana ya es historia. Ha vivido las últimas semanas en una suerte de "coma inducido": desconectado y sustituido por una cámara que capta la imagen de aquellos conductores que no respetan el semáforo que regula la entrada al estacionamiento. 

Hasta este día de agosto el polémico dispositivo ha recibido un sinfín de críticas y el enfado de los conductores (o mejor dicho los vehículos) que han sufrido sus efectos. Accionado por un mecanismo hidráulico, el bolardo salía del suelo cuando el parking estaba lleno y un conductor intentan acceder a él. Y cuando el bolardo actuaba, los talleres mecánicos sonreían. Más de 40 coches cayeron en sus garras. 

El nuevo equipo de gobierno elegido el pasado mayo se fijó entre sus propósitos acabar con él. Primero fue la desconexión y, ahora, el desmontaje. En la primera rueda de prensa ofrecida el 15 de junio por el alcalde y el teniente de alcalde llegaron a bromear con la posibilidad de trasladarlo al museo de la ciudad. El bolardo que tiene cuenta en Twitter, ha elegido esta red social para despedirse, aunque con una amenaza.