El SOS de Cenicientos
Es un ayuntamiento en estado de emergencia. Tiene una deuda de más de once millones de euros, debe en atrasos veinte nóminas a los trabajadores del consistorio y los edificios municipales están en ruinas, entre ellos el único colegio público de esta localidad del suroeste de la Comunidad de Madrid
Madrid
Cenicientos es un ayuntamiento arruinado. Lo dice su alcaldesa, Natalia Núñez (PSOE) que llegó a la alcaldía después de las elecciones del 24 de mayo. Cogió el testigo al PP y su equipo de gobierno ha heredado una deuda que no puede soportar y que está ahogando a esta localidad de apenas dos mil habitantes en el suroeste de la Comunidad de Madrid.
A pesar de que cuenta con un presupuesto anual de poco más de un millón de euros, Cenicientos tiene una deuda de once millones. Debe dinero a casi todos: a Hacienda, a la Seguridad Social, a la mayoría de los empresarios de la zona, incluso debe dinero, más de tres millones en causas judiciales. "Es un pueblo que está en la ruina y que está en ruinas literalmente", señala la alcaldesa, "porque la mayoría de los edificios municipales están que se caen". Por ejemplo, las ventanas de la casa consistorial no se han barnizado desde los años 70.
La alcaldesa no tiene problemas en reconocer que necesitan ayuda, sobre todo para solucionar cuanto antes el estado del único colegio público de la localidad. "La gente está trabajando sin cobrar", asegura Núñez. Cenicientos adeuda veinte nóminas a una treintena de empleados municipales. Sólo han cobrado junio y julio gracias a los ingresos obtenidos por el IBI.