El PP propone financiar el soterramiento con créditos, como el estadio José Zorrilla
El portavoz, Jesús Enríquez, acusa a Oscar Puente de "indecoroso" por "masticar chicle" y de consentir "plenos borroka"
Valladolid
"Más gestos que gestión", con esta expresión define el Partido Popular los primeros cien días de la nueva corporación presidida por el socialista Oscar Puente, aunque el mayor partido de la oposición sigue insistiendo en que es un gobierno "tripartito".
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Jesús Enríquez califica a Puente como alcalde 'in'
Además de criticar el incumplimiento de las medidas anunciadas por el PSOE antes de las elecciones, como la publicación de todas las facturas municipales, el presidente del Grupo Popular presumió de la labor "constructiva" en la oposición.
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El alcalde de Valladolid explica al PP por qué mastica chicle
Sobre el soterramiento, el PP defiende la integridad del proyecto del soterramiento y estima que "no puede servir de escusa la falta de crédito". De hecho, José Antonio Martínez Bermejo recordó que en 1982 el socialista Tomás Rodríguez Bolaños decidió endeudarse en 1.000 millones de pesetas (cifra equivalente a 6 millones de euros, sin actualizar) para construir el estadio José Zorrilla. ¿"Acaso no es más importante acabar con la frontera ferroviaria de Valladolid y favorecer la permeabilidad?"
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Martínez Bermejo aboga por el endeudamiento para soterrar las vías férreas
El portavoz del Grupo Municipal, Jesús Enríquez, arremetió no sólo contra el alcalde sino contra el concejal de Urbanismo y teniente de alcalde, Manuel Saravia, a quien atribuyó "tics autoritarios", entre otros motivos, por "acumular funciones que no le corresponden" desde que suprimió la Gerencia de Urbanismo.
José María Francisco
José María Francisco
"Mala gestión, despilfarro y comportamientos sectarios". Éstos fueron los reproches de Enríquez al equipo de gobierno, aunque personalizó en Oscar Puente las críticas más duras. El portavoz de la oposición recurrió al prefijo "in" para atribuirle una retahíla de descalificativos: incumplidor, injusto, injerente, incluso le tildó de "indecoroso" por masticar chicle durante las sesiones plenarias. Asimismo, le responsabilizó de consentir "plenos borroka" al permitir que las gradas se llenen de ciudadanos que boicotean las intervenciones de los populares.
