Fiesta sportinguista en el último suspiro

Gijón

Cuando todo el sportinguismo empezaba a dar por bueno el empate en Cornellá, apareció Álex Menéndez para desatar la felicidad del sportinguismo. Al zurdo no le tembló el pulso para definir en la última jugada del partido ante el guardameta del Espanyol. Un balón golpeado hacia adelante, casi a la desesperada, por Pablo Pérez, acabó en las botas de Menéndez, que la cruzó perfectamente ante Pau López. El que tuvo, retuvo, y Menéndez está volviendo a disfrutar de minutos y confianza como interior. En La Coruña ya consiguió el gol definitivo; en Cornellá le dio al Sporting su segunda victoria de la temporada.

Hasta esa jugada el partido estaba abocado a un empate que no hubiera resultado nada injusto. El Sporting fue notablemente superior al Espanyol en la primera mitad, pero se diluyó como un azucarillo en la última media hora. Si se puede considerar que en este partido acompañó la fortuna, no hace más que saldar el déficit de suerte que arrastraba el Sporting esta temporada.

Los primeros minutos del partido fueron una exhibición rojiblanca. Nacho Cases y Sergio Álvarez se hicieron con el control absoluto del mediocampo y el equipo arrolló al Espanyol. Un buen trabajo de Lora en la presión en campo visitante le sirvió un buen balón a Halilovic, que condujo hasta la frontal del área y disparó a colocar.

Bajón en la segunda parte

Si además de calidad, visión de juego y una conducción de balón extraordinaria Halilovic tuviera continuidad, estaría al nivel de Messi. El croata tiene 19 años y, como es lógico, alterna jugadas soberbias con errores y lagunas. Una pérdida de Halilovic derivó en un ataque espanyolista en el que el árbitro vio penalti de Bernardo a Caicedo. El ecuatoriano lanzó la pena máxima, pero Alberto le adivinó la trayectoria y la paró. El meta catalán acabó siendo el mejor del Sporting, siempre bien colocado y atento para salvar varias ocasiones pericas en la segunda parte.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

En esa segunda mitad el equipo rojiblanco se desinfló, igual que lo hizo Halilovic. Aun así, el Sporting pudo sentenciar el partido en una jugada de estrategia que acabó en el larguero. Jony sacó un córner muy abierto para que Álex Menéndez la pusiera al área y Sanabria rematara a la madera. Fue, justamente, la jugada anterior al gol blanquiazul: una gran jugada de Cañas que centró para que Caicedo metiera la puntera.

Un empate en el campo del Espanyol no hubiera sido un mal resultado, pero la victoria agónica supone un importantísimo refuerzo, tanto en la clasificación como en la moral de los rojiblancos. Y con las nubes y los claros lógicos, el Sporting sigue demostrando que tutea y puede superar a cualquier rival de la categoría.