La firma de Jose María Caso

Asturias
No esperen de mí al narrador de la vocación literaria que alienta las biografías políticas de la nueva ministra de Sanidad, la médica del Nalón Luisa Carcedo, y de su compañero ideológico de otro tiempo, nuestro presidente regional o autonómico, el ingeniero del Caudal Javier Fernández. Y no será porque no me tiente sino por falta de capacidad y competencia, que ando leyendo la última novela del gran Eduardo Mendoza y solo por contacto a veces sueño que podré emularlo. Es un instante fugaz afortunadamente para mi trabajo y para mi extravagancia. Tal vez también para mi super o sobrevivencia.
Hablemos entonces del carbón. Y yo me dije, no, no, no, no. ¿Cómo vas a salir diciendo que es hora de echar el cierre y demoler el monstruo de Lada, preservar los Vaquero Turcios y Palacio de Aboño y clausurar una de las centrales térmicas más contaminante de Europa?
Pues entonces de Covadonga. ¡Qué va, qué va! Si quieres de Les Praeres y del sueño de mi padre treinta años después de habitar “los vastos jardines sin aurora” de La Laguna. No es la del río Estigia pero como si lo fuera.
Así que mejor volver a esa literatura de la buena, buena tras la ilustración de cubierta con el gato Fritz.




