"Se me cayeron las lágrimas cuando me afeité la cabeza"

Toledo

Pepi padeció cáncer de mama. Lo superó hace menos de un año. Y lo hizo al mismo tiempo que se lo ocultaba a su hijo, Víctor, discapacitado y gran dependiente, quien vio cómo su madre perdía el pelo sin saber que estaba enferma. Pepi se lo explicó riendo, con un pañuelo en la cabeza, como si no pasara nada. "Mamá se ha metido un trasquilón cortándose el pelo, pero no te pues reír, ¿eh?". Mientras Pepi era sometida a tratamientos de quimioterapia y radioterapia a ojos de su hijo tan solo tenía un resfriado.

Pepi cuenta su caso emocionada pero con un atisbo de entusiasmo cuando explica que la vida es una lucha constante. Ella lo sabe bien. Cuida de su hijo Víctor desde hace 27 años, cuando nació y le diagnosticaron una dependencia del 97%. "Es que te tienes que poner en pie, es que tienes que tirar para adelante. ¿Que viene esto? Pues vamos a por ello. Porque la palabra dependiente está ahí; la palabra y la persona. Te das cuenta de que tu hijo te necesita y te agarras a lo que sea". Esta es la historia de una mujer que solo entiende la vida aferrada al verbo "sobreponerse"