“No hay luz verde. Hace falta tiempo y paciencia”

Mas ha reconocido que están agotando los plazos legales y que el 9 de enero, dos meses después de la primera votación, es el límite para la investidura.

Ahora mismo, asume que “el nombre del president no está desencallado” y apunta que las negociaciones “son de alta complejidad” y requerirán “tiempo y paciencia” si se quiere que acaben bien.

En este sentido, Mas se muestra optimista y dice que intentaran evitar por todos los medios unas nuevas elecciones, aunque reconoce “que no es un escenario cien por cien imposible, pero no es lo previsto ni lo deseable”

Advierte que tanto ‘Junts pel Sí’ como la CUP son necesarios para tirar adelante el proceso y la legislatura y que el resultado de las elecciones “nos ha llevado a este escenario”

Reconoce que el argumento de la CUP para no darle su apoyo es válido, pero subraya que en un lado hay 62 diputados, y en otro, 10 “y esto no es un tema mío, no es un tema de Artur Mas. Es un tema de legitimidad democrática”