"Era una hembra que se daba. A todo y a todos "

Sevilla

Nos comenta Soledad Galán que cuando empezó a documentarse sobre Isabel II leyendo hasta sus cartas, encontró muchas contradicciones. Se planteó entonces averiguar qué hay de verdad y qué de mentira sobre esta reina.

Sus relaciones sexuales se conocían y parodiaban. Soledad ha podido leer incluso documentos de la Prefectura de Policía de París sobre esto. La espiaban franceses e ingleses.

En "El diablo en el cuerpo" escucháreis la voz de la reina y sus pensamientos. Libres.

Por las mismas costumbres sexuales no destronaban a un rey pero, como leemos en el libro decir a Cánovas: "¿Acaso fueron creados igual la hembra y el varón?.

No es una biografía al uso, ni la clásica novela histórica, pero al terminarla sabréis mucho más de la España del XIX y de sus protagonistas. Y un montón de palabrotas, eso sí, originales. Y es que a Isabel le gustaba el sexo, comer bien y hablar como el pueblo.

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