Cómplices por inhibición

Bilbao

Nada más y nada menos que once tomos ha escrito Pedro Luis Uriarte sobre el Concierto. Su visión personal.

Tratándose del padre de la criatura, la obra podría haberse quedado en el relato autocomplaciente de historia y datos para concluir que el Concierto es la piedra angular de la autonomía vasca. Pero su principal afán es otro. 

Uriarte se lamenta de que el Concierto está asediado. De ello dan fe las 1.300 páginas que dedica a sus críticos. Asediado ante la pasividad de la sociedad vasca. Según él, 1.137.000 vascos no tienen ni idea de qué es el Concierto. Y no se puede defender lo que no se conoce.

Sí, la inmensa mayoría política e institucional lo defiende, pero la sociedad les ha dejado solos en esa tarea. Uriarte llama a la responsabilidad personal, como cuando en el 78, cuando él salía a la calle con la pegatina "no hay autonomía sin conciertos económicos". Si no, advierte, seremos cómplices de lo que le pase al Concierto. Cómplices por inhibición.