La maldición de Rubi

Gijón

Abelardo y Rubi son amigos. Pero como sigan así las cosas, 'El Pitu' acabará enfadándose con el catalán. Rubi fue el único entrenador que la temporada pasada, al frente del Valladolid, ganó a un Sporting casi invencible. Y no una, sino dos veces: en Liga y en Copa. Este domingo, con el Levante, volvió a ganarle, confirmando el cambio para bien del equipo valenciano, las sospechas de que el Sporting sufrirá (como es lógico) para mantener la categoría y el 'gafe' que los rojiblancos tienen ante Joan Francesc Ferrer.

Ante el Levante, un Sporting irreconocible por momentos cosechó su peor derrota de la temporada. Es la peor por el tanteador (quizás abultado, pero tan holgado que resultará casi imposible de equilibrar), por ser ante el colista y por la sensación de desborde que sufrió el Sporting en muchos momentos del partido.

La fortuna también estuvo de parte del Levante y le dio la espalda totalmente al Sporting. El día que no sale nada, no sale nada. En un área cada parada de Cuéllar acababa en las botas de un futbolista del Levante, que sólo tenía que empujarla. Cuando atacaba el Sporting, todo salía mal. El portero levantinista Rubén Martínez fue el héroe, parando un penalti a Jony y deteniendo, con fortuna y acierto, todas las ocasiones del equipo gijonés.

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Pero la derrota ante el Levante fue algo más que una cuestión de fortuna o de puntería. En El Molinón se vio la peor versión del Sporting de toda la temporada. La defensa gijonesa no ofreció ni de lejos la solidez de otras veces, el centro del campo se vio desbordado durante toda la primera parte (Sergio es mucho Sergio) y en ataque Halilovic fue insuficiente para generar peligro. Todo ello mejoró en la segunda parte, cuando ya era demasiado tarde, porque el partido estaba sentenciado desde el primer tiempo.

Estaba claro que el Sporting sufriría en algún momento durante esta nueva etapa en Primera. O incluso durante toda la campaña. Dentro de esa naturalidad con la que hay que asumir los golpes, también toca analizar algún asunto preocupante. Por ejemplo, el balance en El Molinón, donde el equipo sólo ha ganado una vez este curso. El Sporting no acaba de hacerse fuerte en su campo y deja pasar partidos que se antojaban claves, como el del Granada o el de este domingo ante un Levante que se podía haber quedado casi descolgado.

El descenso se acerca y al equipo le toca demostrar que está preparado para asumir ese peligro. Rubi, que se mostraba preocupado por la lluvia, vio como se equipo se encontraba como pez en el agua bajo el diluvio. Y le metió el agua en casa al Sporting. Abelardo no estará contento, pero firma que se repita la situación de la temporada pasada: perder todos los puntos contra el equipo de su amigo, pero siendo él, y no el catalán, quien cumpla el objetivo.