Los desaparecidos sí tienen nombre

Las Palmas de Gran Canaria

Ocurrió  el 17 de noviembre a las puertas de Canarias, en el mar. Era de noche, casi las nueve de la noche y la oscuridad se imponía en medio del Atlántico. En las inmediaciones de la patera había tres barcos. Dos buques pesqueros marroquíes y uno de Salvamento Marítimo, que se había acercado en labores de rescate. Tras 40 minutos esperando, desde la Guardamar Talía lanzaron dos cuerdas, según consta en la recreación hecha por los supervivientes. Fue entonces cuando varios de los integrantes de la patera se pusieron de pie y la patera giró, sin volcarse, cayendo al agua la mayoría de sus integrantes. Ahí comenzó el caos al que sobrevivieron 22 personas.  La mayoría de las personas que lograron sobrevivir aseguran que a bordo de la patera iban 46 personas y que 24 están desaparecidos. En ese momento comenzó la angustia de las familias de los vivos y los ausentes, porque no sabían en qué listado se encontraban los suyos. Por fuentes oficiales no han recibido ni una llamada. 

Salvamento Marítimo logró rescatar un cadáver. No se informó públicamente sobre él. Según fuentes del Instituto de Medicina Legal se trata de un varón que murió ahogado y que tenía varios golpes en el cuerpo. Se cree que los golpes son de las maniobras para intentar sobrevivir. Cinco de los supervivientes han sido considerados como menores y están en Centros de Acogida Inmediata en Gran Canaria. Fuentes policiales han indicado a la SER que dos de los vivos estarían en prisión, acusados de ser los patrones de la patera. Y el resto, los quince restantes, siguen encerrados en las instalaciones del Ministerio del Interior, comunicándose con sus familias gracias a las monedas que le ha ofrecido una organización no gubernamental. Uno de ellos, Jean Malongo, acudió a una visita en calzoncillos. Preguntado al respecto dijo que "nos dan una muda de ropa cuando entramos y cuando se lava, nos quedamos en ropa interior". 

Fatoumata Soumah y su marido decidieron montarse en la patera rumbo a Canarias. Tomaron un coche que les dejó en una playa del Sahra Occidental. Caminaron diez minutos antes de montarse en la patera. Ella era la única mujer que iba a bordo de la embarcación y tuvo plaza en la parte superior de la misma. Sin embargo, cuando la patera volcó, no hubo manera de que sobreviviera. Su marido sí lo hizo y ahora mismo está privado de libertad en un centro de internamiento de extranjeros e inundado por el dolor. No ha tenido apoyo psicológico y anda meditabundo. 

Omar Bah tiene 35 años. El próximo 1 de enero cumplirá 36. Sus padres, Bacary y Mariam están en Gambia, de donde procede Omar. Sobrevivió al naufragio porque se agarró con fuerza a un chaleco salvavidas que le lanzaron desde el barco de Salvamento Marítimo. Un hermano suyo está casado y vive en Almería y sueña con poderlo ver. A bordo de la embarcación iba su primo Cámara. Dijo Omar, en su declaración, que nadie más que él y su primo Cámara tenían nociones de navegación, no obstante en su país el agua tiene un importante protagonismo. Asegura que no cobró por conducir la embarcación y que si nadie lo hacía, la patera no podría haber salido de la playa en la que se encontraron, solos y de madrugada. 

El hermano de Amara Camara murió ahogado. Es lo que ha dicho este ciudadano procedente de Guinea Conakry y que tiene apenas 20 años. Él viajó de rodillas todo el camino, para que su hermano se pudiera sentar. Iban en la parte trasera de la embarcación y recordó, en su declaración, como tuvieron que achicar agua durante todo el camino, porque le entraba por la parte posterior de la patera. No tiene familia ni conocidos en España y aseguró que quiere "trabajar mucho para poder vivir en España". 

A varios supervivientes le enseñaron fotografías de 38 personas de su raza. Entre ellas, ocho enviadas por familiares de desaparecidos. Muchos de los supervivientes acertaron en coincidir en al menos siete personas que no aparecen y que sí estaban en la embarcación. Los desaparecidos tienen nombre (y familia) y, algunos de ellos, son: 

Mohamed Cora Camara

Mohamed Soumah

Tonton

Fode Bangaly

Fode Touré

Thierno Diallo

Fatoumata Soumah

Bob es un nombre ficticio. Vive en una ciudad marroquí y tiene miedo a ser deportado o detenido. Está esperando su momento para saltar a Europa. Es amigo de una de las personas que está en la lista anterior, la de desaparecidos. Se quejaba en la SER de que la policía española no permite el acceso a la información. "¿Quién está vivo, quién está muerto? No sabemos por qué la policía no nos permite acceder a la información. Estamos angustiados", aseguraba. 

Varios de los integrantes de la patera procedían de las Islas Comores, que está en el lado opuesto de África, si tomamos a Canarias como referencia. Muchos habitantes de este archipiélago se trasladan a Marruecos para estudiar y algunos de ellos toman la decisión de saltar a Europa para mejorar sus expectativas vitales. Eran cuatro hermanos. Uno está en la ciudad marroquí en la que vivían. Dos sobrevivieron al naufragio. El cuarto está desaparecido. 

Además de los cinco menores, hay 17 supervivientes, que también tienen nombre. Tampoco se han hecho oficiales, pero entre los familiares y organizaciones no gubernamentales han logrado recopilarlos. Aquí están: 

Mamadou Bhoye, Tethian, Mamadou Julde, Abdulay, Mamadou Bilo, Souabou, Ibrahima, Mamadou Ba, Janbay, Samier, Abdulai Jaray, Omar, Amadou Sadio, Mamadou, Bafode Nana, Amara y Malongo.