Rara Campaña

Mérida

La presente campaña electoral es de las más raras que recuerdo, si no la que más. Que yo recuerde, es la primera vez que partidos que aspiran a gobernar atacan no al que actualmente gobierna, malgobierna, diría yo, que es a quien le disputan el poder, sino a uno de los que aspiran a hacerlo. Que el PP y Mariano Rajoy ataquen al PSOE y a Pedro Sánchez es natural. Pero que dos partidos emergentes como Ciudadanos y Podemos, en lugar de centrar sus críticas en las múltiples causas de reprobación que ha acumulado el PP en estos cuatro años, se centren en disparar contra Pedro Sánchez y el PSOE, no solo es algo muy raro, sino, además, revelador.

La ofensiva casi unánime de PP, Podemos y Ciudadanos contre el PSOE y Pedro Sánchez puede dar la medida de la posibilidad de una victoria socialista el día 20. Nadie ataca tanto a un derrotado a priori. Solo se concentra la artillería sobre quien tiene la posibilidad mayor de alcanzar la victoria. Por eso, muchos socialistas, lejos de desanimarse ante la interesada campaña mediática que da por derrotado a Pedro, se sienten fortalecidos ante la fuerza que le reconocen sus belicosos adversarios.

Las urnas pasarán factura a quienes están dejando ir la campaña electoral sin decir prácticamente nada de la corrupción rampante del PP, de la pobreza que este gobierno ha generado, de la desigualdad que Rajoy ha bendecido, de las leyes cercenadoras de las libertades que este gobierno ha promulgado o de la ruptura de una parte de España por la omisión del PP. Las encuestas van a equivocarse una vez más. En ese 40 % de indecisos está la respuesta a la pregunta de por qué atacan todos a Pedro Sánchez. Lo veremos el día 20.