Pina se plantea lanzarse a por el Murcia
Abordará estos días con su antigua directiva del Ciudad la posible operación. Como ya exigiera hace dos años, el murciano sólo necesita que los Samper renuncien al dinero prestado al club
Murcia
Quique Pina baraja convertirse en el próximo dueño del Real Murcia. El actual presidente del Granada nunca ocultó su pasión por el club grana, al que perteneció como futbolista (Imperial). El sueño de Pina fue triunfar en su tierra y aunque llegó a destacar con el Ciudad y casi meterlo en Primera, su espina es poder liderar algún día al primer club de la Región.
La relación con Samper siempre fue tensa y en contactos pasados el madrileño no puso las facilidades que Pina podía esperar. Ahora, tras la muerte del empresario madrileño el panorama es distinto. El club podría pasar a manos de Gonzalo, hijo y heredero natural de Jesús, pero la gente más allegada y miembros del Consejo (Juan Antonio Samper y Romeo Cotorruelo) recomiendan que se deshaga del club, algo que ya dijeron a su padre.
La operación, según informaciones que maneja Radio Murcia, no es sencilla. En primer lugar, el interesado, Quique Pina, debe verlo claro. Tiene prevista una reunión esta semana con los miembros de la antigua directiva del Ciudad de Murcia. En dicho encuentro abordarán pros y contras. ¿Y el Granada? Es un club de Primera División y Pina podría aceptar (o negociar ya que el dueño es Gino Pozzo) alguna oferta por el club nazarí. Con ese dinero, el archenero podría plantearse llegar a Nueva Condomina y levantar al Real Murcia.
El otro gran obstáculo es la deuda. Para Pina no habría problema en abordar la negociación con Hacienda. Sólo le preocupa que la familia Samper renuncie a reclamar el dinero que Jesús Samper prestó a la entidad en los últimos años. Si los actuales dueños perdonan la deuda propia (algo que dijo Jesús Samper en los últimos meses que no sería un obstáculo) Pina podría lanzarse a cumplir su gran sueño. Ya hace un par de años se lo propuso directamente al empresario madrileño pero entonces las urgencias eran menores y Samper se mostró reacio.