El Palau Municipal cumple 300 años
El Ayuntamiento organiza visitas guiadas por el edificio el tercer sábado de cada mes
Paula Varella
Castelló
El edificio del Ayuntamiento de Castellón cumple 300 años y con motivo de su aniversario, la corporación municipal ha organizado la primera visita guiada para los medios de comunicación. Durante el 2016, el edificio se podrá visitar gratuitamente el tercer sábado de cada mes.
El cronista de la ciudad, Antonio Gascó, es el encargado de realizar las visitas por el Palau Municipal. Cabe recordar que este edificio es el segundo Ayuntamiento que ha tenido la ciudad de Castellón, ya que el primero se encontraba en lo que ahora es la sede principal de Bankia en Castellón, en la Calle Caballeros, lo que era conocido como Palau de la Vila.
El actual ayuntamiento se empieza a construir en el 1689 sobre los planos de Gil Torralba, y finalmente se inaugura el 3 de febrero de 1716. Sin embargo, de ese edificio apenas quedan restos arqueológicos, solo queda la fachada ya que fue reformado totalmente en el 1953 por el entonces alcalde Carlos Fabra Andrés, el padre de Carlos Fabra, que ocupó su cargo bajo la dictadura franquista.
El inmueble consta de 3 alturas. La cuarta planta es actual lugar de trabajo de los funcionarios del Ayuntamiento, pero no siempre ha sido así, antes de la reforma se utilizaba como trastero. La tercera planta donde trabajan los grupos políticos de la oposición, no existía, de hecho es una falsa planta, también creada por Carlos Fabra Andrés.
En la segunda planta se encuentran las estancias más importantes. La sala de comisiones, el lugar de reunión del equipo de gobierno, y el despacho de la alcaldía, donde trabaja Amparo Marco, y que tiene vistas a la Plaza Mayor.
También se puede visitar junto al despacho de la alcaldía la sala de prensa, que tiene una capilla con pinturas al fresco. Y en la misma sala se encuentra el salón de plenos, que tiene cuadros de los hijos predilectos de la ciudad, entre ellos Francisco Tárrega o Sos Baynat. Por último, en la escalera principal, hay dos frescos de Juan Bautista Porcar iluminados por la luz natural que entra desde una vidriera en el techo, también reformada en 1953.
