La Asociación de Víctimas considera a Gracia responsable del accidente
Responsabilizan a la ex directora gerente de FGV por no proteger la curva en la que se produjo el accidente en el que murieron 43 personas
La exgerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, Marisa Gracia, durante su comparecencia en la comisión de investigación de Les Corts Valencianes sobre el accidente de Metrovalencia del 3 de julio de 2006, en el que murieron 43 personas / JUAN CARLOS CÁRDENAS (EFE)
Valencia
La Asociación de Víctimas del Metro del 3 de Julio apunta la responsabilidad de la exdirectora gerente de Ferrocarrils de la Generatlitat (FGV), Marisa Gracia, en el accidente que se cobró la vida de 43 personas en 2006 y dejó heridas a otras 47.
La Asociación ha publicado un comunicado en el que ha valorado la declaración que hizo Gracia el jueves en la comisión de investigación del metro en les Corts donde aseguró “no sentirse responsable del accidente”.
En opinión de la asociación, Gracia, como responsable de la dirección de FGV, debía haber gestionado de manera más efectiva la prevención del riesgo en la circulación y debería haber hecho caso de las denuncias de los sindicatos y proteger la curva en la que se produjo el siniestro.
R. Garrote: 'Toda la seguridad se dejó en manos del conductor'
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La presidenta de la Asociación de Víctimas del Metro, Rosa Garrote, entiende que Gracia falló al no disponer de ninguna medida técnica que asegurara los límites de velocidad en la vía.
Según Garrote, la empresa fió toda la responsabilidad de la velocidad del tren al conductor y a una señal en la pared, en lugar de implantar un sistema técnico que limitara efectivamente esta velocidad. De ahí que desde la asociación aseguren que Gracia no gestionó correctamente la seguridad de sus trenes.
Recuerdan también desde la Asociación que fue el exdirector general de Transportes, José Vicente Dómine, quien primero reconoció que una baliza para limitar la velocidad habría reducido la probabilidad de accidente. Un punto en el que insiste Garrote: si la baliza hubiera estado programada para frenar el tren al sobrepasar una velocidad determinada, el tren no habría volcado, porque se habría frenado.
