"Con 4 años vi claro que era niño"

Nació con genitales femeninos, y le llamaron Ane. Pero ya desde pequeño se comportaba como un niño. "Nos daba muchísimas señales. No conseguí nunca ponerle unas braguitas de princesa", apunta su madre Mónica. Leo tiene 11 años y a los 4 se convenció de que no era una niña. Hace casi un año, decidió cambiarse de nombre y llamarse Leo.

Desde el pasado mes de octubre, está recibiendo un tratamiento a base de bloqueadores para retrasar su pubertad. Es el primer caso de un menor en Euskadi. El objetivo es evitar que aparezcan los caracteres secundarios, los de niña. Un tratamiento que costea Osakidetza, aunque para ello Leo haya tenido que aceptar que le diagnostiquen una enfermedad psquiátrica.

En el colegio no ha tenido ningún problema con sus compañeros. "Lo llevan con normalidad", explica Leo. Eso sí, para evitar problemas, se ducha en los baños de los chicos pero cinco minutos antes que el resto de sus compañeros. Su profesor, Xabi Etxeberria, subraya que "lo primero que tienen que hacer es prepararse para saber qué actitud tomar ante este tipo de casos", y lo están haciendo. El Gobierno Vasco está elaborando un protocolo para atender a estos niños y niñas en los centros educativos. La próxima semana se reunirán con la Asociacion Chrysallis Euskal Herria.

En pocos días saldrá la primera tarjeta transitoria, iniciativa del Gobierno Vasco,  que permitirá que estos niños y niñas tengan un documento acreditativo con su nombre y sexo, ya que la ley de 2007 no permite modificar estos datos en el DNI hasta cumplir los 18 años. En Euskadi, se estima que podría haber hasta 300 menores transexuales. La Asociación Chrysallis Euskal Herria recibe una media de dos casos al mes. La labor de los medios de comunicación y la concienciación de las familias han contribuido a interiorizar que "la identidad no se halla entre las piernas, sino en la cabeza.