El templo del diablo
Provocación y adoración por las tinieblas, que cada vez gana más adeptos
Provocación y adoración por las tinieblas, que cada vez gana más adeptos / Revista Enigmas
Alcobendas
Ha sido en Colombia, y su artífice, el santero y satanista Víctor Damián Rozo. Su decisión ha generado no poca controversia, como lo hiciera la construcción de una estatua de Lucifer en Detroit (EEUU) hace algún tiempo. Un dogma que cada vez gana más adeptos.
Dicen que el diablo nunca duerme y, teniendo en cuenta la adoración que últimamente le brindan algunos colectivos, puede que el dicho sea cierto. A medio camino entre la provocación y una fe sui generis –que para el cristianismo, como no podía ser de otra manera, entra en el pantanoso terreno de la blasfemia cuando no de la herejía–, en las últimas décadas, tomando el testigo de supuestos grupos herméticos de siglos pasados, grupos de adoradores del maligno se juntan para realizar misas negras, cantar alabanzas al príncipe de las tinieblas y, según algunos, llevar a cabo los actos más vergonzantes entre sacrificios animales y quién sabe si humanos –depende de la versión–.
Misterios de la Historia: El templo del diablo
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Desde hace décadas muchos grupos de rock han empleado la parafernalia satánica en sus discos y conciertos, algunos alcanzando el Olimpo de la genialidad, como Black Sabbath, creando todo un arte de los oscuro y, en los años sesenta del siglo pasado, cuando se crearon muchas de estas bandas, se hizo célebre la llamada Iglesia de Satán que, a golpe de estética y provocación, convirtió a su fundador, Anton LaVey, en una superestrella underground. Hoy en día tiene miles de adeptos en todo el mundo y diversas escisiones, entre ellas la del Templo del Vampiro, una “verdadera” religión de los No Muertos.
En Colombia ha sido erigido un templo a Satanás, lo que ha generado un verdadero vendaval religioso y protestas de los convecinos de Quindío, pero ya el pasado año, en la norteamericana Detroit, la creación de una gigantesca escultura de Baphomet ideada por el Templo Satánico de la ciudad, con Doug Mesner a la cabeza, generó una verdadera batalla campal entre los miembros de este oscuro culto y la Iglesia católica.
Provocación y adoración por las tinieblas, que cada vez gana más adeptos / Revista Enigmas
El nombre del diablo ha sido esgrimido también en varias ocasiones como móvil de un crimen, siendo la lista espeluznante.
Hoy, en nuestra sección de misterios de la historia, nos sumergimos en este culto que recoge extensamente el nuevo número de la revista ENIGMAS con su redactor jefe, Óscar Herradón.
