La cara más ‘guapa’ del Ecce Homo

Borja

La residencia de ancianos Sancti Spíritus de Borja es la cara menos conocida del Ecce Homo y el destino de parte de los beneficios que genera el fenómeno. En 2013 un convenio suscrito entre la Fundación que lleva su nombre y Cecilia Giménez, determinó que la parte que ingresara la fundación, procedente sobre todo de las entradas al santuario, se destinara prioritariamente a la residencia.

El alcalde de Borja y presidente de la fundación, Eduardo Arilla, explica que hasta el momento la fundación “ha ingresado unos 140.000 euros que se han invertido en obras en la residencia, se ha generado un puesto de trabajo en el santuario y se beca a los residentes que no pueden pagar el cien por cien de la cuota mensual”.

Los 76 residentes del antiguo hospital son por tanto los protagonistas anónimos del fenómeno mediático. Sin embargo, entre ellos la pintura no es muy conocida, pero sí su restauradora, “la Cecilia, la Santuario”, aseguran.

Y mientras el Ecce Homo da la vuelta al mundo, ellos pasan el día entre charlas, paseos y recuerdos de un Borja pretérito. Lo hacen en este edificio de 1622, el antiguo hospital en el que han nacido generaciones de borjanos y heredero indirecto de un fenómeno que todavía muchos tratan de explicar.