La tragedia de El Corona de Aragón
El secreto mejor guardado de la Transición

La tragedia de El Corona de Aragón / La Vanguardia/ABC

Alcobendas
Han pasado 36 años desde que las llamas redujeron a cenizas el lujoso Hotel Corona de Aragón, en Zaragoza. Fueron momentos de pánico, dolor y muerte que, lejos de extinguirse con el fuego, se avivaron durante años azuzados por la sospecha de que aquella tragedia no fue un simple accidente.
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Misterios de la Historia: La tragedia de El Corona de Aragón
Un suceso lleno de espantosas escenas causadas por el pánico: algunos inquilinos se arrojaron al vacío para escapar de las llamas, impactando contra el asfalto. Algunos sobrevivieron, pero la situación fue dantesca. Aquella macabra lluvia de hombres, mujeres y niños entre lenguas de fuego y espesas nubes de humo, quedó grabada en la memoria de un país que todavía confuso saludaba a la democracia.
Inaugurado en 1968, el hotel Corona de Aragón fue durante años el más lujoso de Zaragoza. Situado en la Avenida Imperial, número 13 –hoy César Augusto–, lucía con orgullo sus cinco estrellas: con más de 20.000 metros cuadrados y sus nueve plantas, se alzaba imponente en pleno centro de la capital aragonesa. Contaba con capacidad para 448 huéspedes, distribuidos en 247 habitaciones, muchas de las cuales se convertirían en una trampa mortal la mañana del 12 de julio de 1979.
Por aquel entonces, España llevaba un gran retraso con respecto a otros países en cuanto a normativas de prevención de incendios. Salvo Madrid y Barcelona, el resto de ciudades no contaba con una regulación específica para ello. Paradójicamente, 24 horas antes de la tragedia se iba a aprobar en Zaragoza la Ordenanza de Previsión de Incendios. Aquel día 190 habitaciones estaban ocupadas por un total de 270 huéspedes, de los cuales 40 abandonaron el hotel a las 7.30 horas para ir al aeropuerto. Así, entre empleados y hospedados, 300 personas quedaron dentro del edificio a merced del fatal destino. Cuando, alrededor de las 8.15 horas se inició el fuego, para muchos ya demasiado tarde. Apenas dio tiempo a evacuar el hotel.

El secreto mejor guardado de la Transición / Revista Enigmas

El secreto mejor guardado de la Transición / Revista Enigmas
La cifra de víctimas ascendió a 76 personas, dependiendo de las fuentes, pues también se habla de más cuerpos, surgiendo el enigma del “muerto número 78”, entre otras muchas incógnitas. Pronto, la teoría de la conspiración se hizo fuerte y se comenzó a hablar, lejos de la versión oficial del accidente, de un posible atentado: ese día el Corona de Aragón estaba ocupado por decenas de militares y sus familiares, con motivo de la entrega de despachos a los nuevos alféreces de la Academia Militar de Zaragoza. Precisamente, dicho evento era el responsable de que Carmen Polo, viuda del dictador Francisco Franco, junto con sus hijos, los marqueses de Villaverde, se encontraran también en el imponente edificio aquella mañana con la intención de asistir al acto, en el que iba a ser ascendido Cristóbal Martínez-Bordiú y en el que se encontraba también Alfonso Armada, militar que alcanzaría notoriedad por su participación, poco tiempo después, en el golpe de Estado del 23-F. Así, el Corona de Aragón se convertía en uno de los lugares más amenazados del país.
Hoy, con Jesús Ortega, miembro del equipo de la revista ENIGMAS, analizaremos el supuesto complot que se halla tras esta tragedia así como los fenómenos extraños que se han registrado en el edificio que ocupaba el hotel tras su reforma: gritos, corrientes de aire ardiendo, ventanas que se abren solas… un tema que abordan con amplitud en sus páginas.

Nacho López Llandres
Desde 2005 presento el tramo local de Hoy por Hoy en la zona norte de Madrid, además de contar noticias...




