Un tren indignante

Murcia

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Me sorprende que se haya dejado de hablar de la línea de tren con Madrid.

Me refiero a la línea de toda la vida. Si, esa en la que el tren parece ir rebotando entre las piedras al mismo paso de una carreta tirada por dos jacos viejos. Sin paños calientes: es una vergüenza absoluta. Una indignidad.

Les invito a los representantes de partidos políticos que se han alternado en el gobierno a reflexionar sobre si han hecho todo lo que estaba en su mano para arreglar esta situación.

Ya les digo yo que no. Si lo hubieran hecho estaría arreglado. No daría pena venir a Murcia en ese tren de bruja.