Tu urgencia, no es mi urgencia

Fuenlabrada

Es frecuente haber vivido alguna situación en casa o en el trabajo, de alguien que nos apremia a realizar algo ya o a solucionar un problema de hoy para mañana. Una petición que muchas veces nos supone una losa, por lo imposible y nos aporta un plus de estrés. Pero, ¿hasta qué punto estoy obligado a asumir esa urgencia, la urgencia del otro es también mía?

Fernando Álvarez, entrenador emocional y coach, (www.desdelatrinchera.com) advierte que la urgencia del otro puede venir de su dejadez, de su incompetencia o descuido y por eso la responsabilidad de que algo no salga adelante no la puede cargar en nosotros. “Es algo que tenemos que hacer ver a la otra persona, que pretende que de la noche a la mañana cambiemos nuestros planes”.

También podemos ser nosotros los que apremiemos a otros y por eso Álvarez pide que analicemos si lo que pedimos tan urgentemente, en realidad lo necesitamos de forma tan inmediata.