Cheryshev y su lesión maldita

Valencia

Denis Cheryshev está hundido. Los que le conocen dicen que es un tipo muy fuerte y positivo y que, por tanto, levantará rápido el ánimo, pero la séptima lesión muscular que acaba de sufrir en la misma zona de su pierna izquierda le va a obligar a perderse, no sólo los dos intrascendentes partidos que quedan de temporada, sino también y sobre todo la próxima Eurocopa de Francia.

Venía de romperse el recto anterior casi dos meses antes. En concreto fue el 6 de marzo en el partido contra el Atlético de Madrid. Él había marcado el único gol del Valencia y él estaba siendo el único sostén del equipo, no sólo en ese partido sino en varios de los anteriores. En los seis partidos que había disputado con su nuevo equipo había hecho tres goles.

A partir de ahí se perdió los siguientes seis partidos por esa lesión. Su tiempo estimado de recuperación se estableció entre las cuatro y las seis semanas. Cuando estaba a punto de cumplirse la cuarta empezó a hacer trabajo ya con el grupo y apuntaba a volver en el plazo más corto de los previstos, pero sufrió una recaída de las que tristemente lleva siempre emparejadas su maldita lesión. Y se alargó todo. 

Y pasaron dos semanas más. Denis había vuelto al grupo y parecía que ya con plenas garantías de éxito. De hecho había trabajado toda la semana previa al partido contra el Villarreal al mismo nivel del cargas que el resto. No había ningún atisbo de posible recaída ya. Entró en la covocatoria. Con el 0-2 empezó a calentar en el descanso aunque no salió de inicio en la segunda parte. Salío en el 59, pero duró escasos veinte minutos en el campo. Dos carreras rápidas y se volvió a romper. El mundo se le vino encima.

Ahora el asunto es un papelón para todos. Para el Valencia porque cualquier lesión sobre una lesión anterior y en el primer partido el que reaparece es responsabilidad de los que dieron el visto bueno a esa reaparición. Para el Real Madrid porque en cuanto termine la liga va a recuperar a un jugador que cedió sano y que vuelve lesionado. Para el jugador y para la selección rusa porque no pueden volver a tratar de forzar una recuperación con la idea de que juegue la Eurocopa porque, tras siete lesiones en el mismo músculo, el riesgo de recaída es cada vez mayor. Y para todos en conjunto porque ahora tendrán que decidir si se opta por una operación importante que lleve emparejada una recuperación bastante larga para tratar de solucionar definitivamente una lesión a la que de momento sólo se está curando con parches.