La tercera guerra carlista en Álava

Vitoria

La Diputación Foral de Álava tuvo durante un periodo de tiempo en la tercera guerra carlista (1872-1876) dos corporaciones paralelas que gobernaban en nuestro territorio: una en Vitoria-Gasteiz fiel al gobierno central y otra en la localidad de Ibarra de Aramaio, implantada por el carlismo. Así se describe la segunda de estas corporaciones, en la publicación ‘La Ilustración Española y Americana’ en noviembre de 1874: “Al pie de la famosa peña de Amboto, en lo más escondido de la provincia de Álava y en el fondo del hermoso valle de Aramayona, está la población de Ibarra, corte obligada en las guerras civiles de las diputaciones y juntas carlistas.

La casa-palacio donde reside la actual Diputación a guerra es la que durante muchos años ha sido fonda y establecimiento de baños sulfurosos. Allí están las oficinas centrales, el telégrafo, la Diputación y el cuartelillo de los voluntarios, que dan el servicio de comunicaciones, descubiertas, escolta y guardias, y que llevan el nombre de verederos.

Impera en Aramayona el Diputado General y Maestre de Campo D. Rodrigo Ignacio de Varona, y cumplen a sus órdenes el servicio de guerra varios conocidos carlistas que desempeñan diferentes cargos.”

La Diputación “oficial” considero ilegal la existencia de su gemela y sus acuerdos tomados, ya que era su enemigo en la política y en el campo de batalla.

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El edificio que albergó en Ibarra al gobierno foral carlista ya no existe, ya que se derribó hace más de 40 años. Hoy día en el lugar hay un parque público, en el que aún mana el agua ferruginosa que surtió al balneario, donde estableció su sede la Diputación carlista. Ese negocio que incluía fonda - mientras funcionó antes y después de la guerra - fue regentado por un empresario vitoriano que dirigía en nuestra ciudad el hotel ‘Quintanilla’, establecimiento que estuvo situado en la calle de La Estación (Dato).

EL DIPUTADO GENERAL CARLISTA

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Rodrigo Ignacio de Varona Salazar (1834-1891) Diputado General de Álava por el bando carlista nació en Herramelluri (La Rioja) y era el señor de los Varona. La casa solariega de la familia se situaba en el palacio de Villanañe (Álava).

Rodrigo Ignacio era una persona bien situada económicamente, con unas posesiones rústicas de entidad y con cierto prestigio político ya que fue diputado a cortes por Álava. Fue nombrado Diputado General carlista el 20 de agosto de 1873, dejando el cargo un año más tarde.

Al perder la guerra se exilió en Francia, de donde regreso a Villanañe tras prometer fidelidad, quizás obligadamente, al rey Alfonso XII.

LA ERMITA DE ANDRA MARI

En abril de 1975 ‘La Ilustración Española y Americana’ publicó un dibujo de la ermita de Andra-Mari en Aramaio relacionada con la contienda, en el que se observa como a través de una escalinata los heridos en la guerra del bando carlista y sus familiares acuden a esta iglesia a encontrar el consuelo a sus desgracias: “En el escondido y pintoresco valle de Aramayona, asilo seguro de las juntas, emigrados, almacenes y talleres de los carlistas de las provincias del Norte, se ha verificado muy a menudo, durante la guerra, el espectáculo conmovedor de acudir muchos jóvenes, heridos en la campaña, y cuando se hallaban ya en la convalecencia, a oír las misas de salud o de promesa a la antiquísima ermita donde se venera la imagen de la Virgen de Andra-Mari. Durante la paz se celebra en este sitio, el 8 de Setiembre, una animada romería, y en ella reinan la alegría, el bullicio y el patriarcal contento, propios de las animosas gentes que pueblan aquel valle.

En la época actual no se oyen en el camino, en el pórtico y en el templo, durante las misas de los heridos y en las honras de los muertos sino tristísimos y elocuentes suspiros”.

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Hoy la antigua escalinata de losas de piedra que da acceso a esta iglesia, se conserva en buen estado aunque ya no se usa, ya que a través de una carretera asfaltada se llega cómodamente al lugar. Se observa que a la antigua edificación de la ermita se le han añadido con el tiempo tres cuerpos por los lados este, oeste y sur.

LEGUTIO

En noviembre de 1875 las fuerzas gubernamentales experimentaron un avance importante al norte de Vitoria, que describe así ‘La Ilustración’: “Por último, siempre que el valiente ejército del Norte ha llegado a la capital de Álava ha hecho inmediatas excursiones a Villarreal, pueblo importante de la provincia, llamado antiguamente Legutiano en el cual tenían su castillo los marqueses de Avendaño. El malogrado marqués del Duero se dirigió hacia Villarreal al llegar a Vitoria, después del levantamiento del sitio de Bilbao, y también el general Quesada, habiendo forzado el paso de la Puebla, ocupó a Villarreal, constante guarida de las facciones alavesas. Las divisiones combinadas han caído otra vez, el 25 del pasado, sobre esa villa, conquistando las trincheras hasta el camino de Aramayona.”

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La revista publica un dibujo en el que aparece la calle principal de esta villa tras ser incendiada. Curiosamente donde entonces había un café, ha habido durante muchos años un bar, que últimamente se ha transformado en pastelería.

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Otro grabado nos muestra la entrada antigua al pueblo por el arco de la muralla, que hoy se conserva. A la derecha (A en el dibujo) “vivía el brigadier carlista Calle fusilado por los suyos en Unzá” y la izquierda (B en el dibujo) se encontraba el edificio del Ayuntamiento y el cuartel.

Al comienzo de 1876 en la publicación se da cuenta de un nuevo avance de las tropas del gobierno central: “En el centro del famoso monte de Alvina, camino de Villarreal a Aramayona, está la pobre ermita de Nuestra Señora de Mariaca (sitio de la Virgen), donde los montañeses de las anteiglesias del valle celebran notables romerías y funciones. A pocos pasos del santuario se alza sobre la carretera la caseta de los camineros. Hasta estos ocultos lugares de las montañas de Álava llegaron primero los caballos de la escolta del general Goyeneche, el regimiento de León, y el cuartel general de Quesada después, en el avance de las tropas el día 28 de Enero.”

Un dibujo nos muestra el paso de soldados de caballería frente a la ermita y casa del caminero referidas.

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El autor del dibujo Ricardo Becerro de Bengoa recorrería la zona en el año 1900, y describió como era el edificio de la ermita de Mariaka o Marixeka “A mitad de camino llegamos a la caseta del peón caminero, inmediata a la ermita de la Virgen de Mariaka, tipo de las ermitas del país. Una ancha tejavana sostenida por gruesos maderos-pilastras forman el pórtico, desde el cual se distingue el interior. La puerta está cerrada, pero una gran verja formada de balaustres torneados y teñidos de rojo que se eleva desde un pequeño zócalo de piedra permite orar ante la imagen y dejar en el templo una limosna. No hay nave, ni ventanas, ni ábside; las ermitas vascongadas, en especial las de las montañas para adelante son originales, típicas, sin ningún tipo de semejanza con las del llano y con las castellanas.”

Hoy la ermita en cuestión no existe al desaparecer en 1936. Fue sustituida por otra de nueva construcción que lleva el mismo nombre y que está situada en distinto sitio que la antigua, a unos centenares de metros del puerto de Kurtzeta, junto a la carretera y que la vemos en la foto actual.

OTROS DIBUJOS

Seguidamente la publicación nos presenta varios grabados, que van a continuación, referidos a la guerra en esa zona.

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Arriba a la izquierda vemos un dibujo tomado desde las trincheras carlistas, situadas al norte de Legutio, en el que se ve en primer plano esa localidad y al fondo Vitoria- Gasteiz. A la derecha se plasma el paso estrecho entre el pueblo de Goiain y la Venta de Antolín situada al sur de Legutiano, donde los carlistas mostraron resistencia. Abajo a la izquierda se muestra la entonces única salida de Legutio por el norte, en que la carretera se bifurcaba hacia Aramaio y Bilbao. Abajo en el centro los montes de Arlaban y Larrabea y finalmente abajo a la derecha la caseta del caminero del alto de Araka, situada junto a la carretera, señalándose que allí era “donde los carlistas suelen colocar sus avanzadas de caballería.”

En otro de los dibujos aparece el pueblo de Gamarra Mayor situado a 6 km de Vitoria, “en cuyo punto avanzado hay un destacamento acantonado de los que guarnecen a la ciudad.”

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La aldea de Urbina situada entre Vitoria y Legutio, es objeto de otro de los dibujos: “hasta cuyo punto llegan las granadas que lanzan los carlistas desde el pico de Chuliando”, monte situado en las proximidades de la antigua Villarreal.

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Finalmente mostramos un mapa que sitúa los puntos a los que nos hemos referido en este artículo.

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Ricardo Becerro de Bengoa es el autor de todos los dibujos aquí reproducidos. Nos causa admiración esta documentación gráfica que hemos heredado, de un auténtico reportero gráfico de guerra de aquellos tiempos.

La fotografía nos ha sido facilitada por el Archivo del Territorio Histórico de Álava.