"Me molan las nuevas camisetas, aunque sobraban algunas cosas"

Valencia

Me gustan bastante las nuevas equipaciones. Aunque esto es lo de siempre, aquello de “para gustos, colores”, y en este caso nunca mejor dicho, porque lo de los colores utilizados, más allá del diseño y los materiales, en esta ocasión creo que pueden ser el factor determinante para que la camiseta guste o no guste. Ese naranja fosfi (naranja fluor se llama, según han explicado, pero es el fosfi de los rotus de toda la vida) a mí me mola. Le da una viveza tanto a la primera como a la segunda equipación que llama la atención, en mi caso para bien. Es más chula la negra. La combinación negro – naranja fosfi es tremendamente atractiva. Aunque la blanca también está muy bien.

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También aplaudo la idea de generar algo de ‘polémica’ con la filtración de una camiseta falsa que fue rechazada por la mayoría aplastante de la afición. Hay un lema en el mundo de la publicidad que reza “que hablen de ti, aunque sea mal” y eso es lo que pretendía el club con esta iniciativa muy bien representada además por la actuación del ‘actor’ designado para tratar de darle veracidad a la farsa; un Santi Mina manejándose a las mil maravillas por las redes sociales.

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Ahora bien, hay cosas que para mí sobraban en el acto de presentación de las nuevas equipaciones. Por ejemplo que el señor Peter Draper, el gran gurú –según dicen- del marketing y la publicidad, haga de “Miliki” (con todos mis respetos para uno de los mejores humoristas para niños que ha dado este país) poniéndose esa camiseta falsa debajo de su americana. Uno de los máximos ejecutivos del club debería dejarse de bobadas y centrarse en su faena, por ejemplo la de encontrar un patrocinador principal para la camiseta, algo que siempre se nos dice que está cerca de conseguirse pero que nunca termina de cerrarse. Ahí sí que se podría poner la camiseta oficial y ser él el que desvele la gran noticia, cuando la tenga ‘manchada’ con el main sponsor que le reporte al club una importante cantidad de dinero.

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Y tampoco me ha parecido demasiado serio que la última imagen del acto sea la de mezclar a los actores principales de este mundo, a los futbolistas, con otros ‘jugadores’ del club en su nueva sección de juegos de marcianitos. El Valencia CF, como dicen sus dos apellidos principales, es un club de fútbol, y no está mal crear secciones satélite para expandir la marca por mercados diferentes, pero de ahí a darle el bombo a los “Evangelion”, “The Fallen” y demás de que pisen el escenario en un acto tan destacado como el de la presentación de las nuevas camisetas, me parece bastante desproporcionado.

Pero en fin, que molan las camisetas, pero que para que se vendan bien, más allá del diseño, la marca y los colores, es necesario que los jugadores que las van a llevar generen la ilusión ahora mismo no se detecta en la afición.